/ sábado 17 de abril de 2021

Resignificado de los DDHH | Matrimonio Igualitario: Libertad, igualdad y no discriminación

La vida tiene su sentido en el propio acto de vivir, dijo el psicoanalista y filósofo Erich Fromm; sin embargo, la vida humana es y se realiza en virtud de la dignidad de la persona como bien máximo de su humanidad y como fundamento de los derechos humanos, de la convivencia social y de la ética pública de la modernidad.

El respeto y libre ejercicio de los derechos humanos son piedra angular de la vida en sociedad y del desarrollo cabal de las y los individuos; por ello nuestra Carta Magna expresamente prohíbe toda forma de discriminación, una práctica que transgrede la dignidad y las libertades de las personas, que mina su humanidad, que divide y confronta familias y pueblos.

Admitamos y seamos congruentes con el hecho de que el único Estado íntegro y justo es aquel en el que todas las personas son iguales ante la ley y pueden ejercer plenamente sus derechos y cumplir sus deberes; por ello reitero la necesidad de trabajar por un Estado que tenga en su centro la misión de avivar la dignidad garantizando los derechos humanos y reduciendo las brechas de desigualdad.

Por esta razón, y teniendo en cuenta que la ética pública abreva del respeto y protección de la dignidad humana, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México mantiene su postura respecto al derecho a la igualdad y la libertad de quienes han decidido unirse legalmente en matrimonio con una persona de su mismo sexo.

Tenemos que avanzar en este sentido. El momento de debatir ha pasado, no podemos negar la realidad: las uniones legales entre personas del mismo sexo ya se llevan a cabo en esta entidad gracias a la interposición de juicios de amparo, aunque nadie tendría que llegar a los tribunales para poder ejercer sus derechos, siendo que las autoridades, cada una en su ámbito de competencia, deben reconocer, respetar, garantizar y promover las prerrogativas universales de las personas, de todas las personas.

Recordemos que las reformas jurídicas son el mejor recurso para visibilizar y fomentar el respeto a la dignidad humana, para derribar los muros de la cerrazón, la intolerancia y los prejuicios. Nuestra sociedad tiene que avanzar, el Estado de México tiene que dar el paso y decir sí a los matrimonios igualitarios como lo han hecho 20 de las 32 entidades del país y como lo mandatan la Suprema Corte de Justicia de la Nación e instrumentos internacionales de derechos humanos.

Liberemos nuestra existencia de la intolerancia, del rechazo y el odio, porque como bien lo apuntó Nelson Mandela: “ser libre no sólo es liberarse de las cadenas; es vivir de manera que se respete y fortalezca la libertad de los demás”.

Desde la Casa de la Dignidad mexiquense estaremos siempre en contra de toda forma de discriminación o violencia que se inflija a las personas de la comunidad LGBT+ para quienes exigimos igualdad, justicia y respeto.

Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México

Facebook y Tw: @JorgeOlveraG

La vida tiene su sentido en el propio acto de vivir, dijo el psicoanalista y filósofo Erich Fromm; sin embargo, la vida humana es y se realiza en virtud de la dignidad de la persona como bien máximo de su humanidad y como fundamento de los derechos humanos, de la convivencia social y de la ética pública de la modernidad.

El respeto y libre ejercicio de los derechos humanos son piedra angular de la vida en sociedad y del desarrollo cabal de las y los individuos; por ello nuestra Carta Magna expresamente prohíbe toda forma de discriminación, una práctica que transgrede la dignidad y las libertades de las personas, que mina su humanidad, que divide y confronta familias y pueblos.

Admitamos y seamos congruentes con el hecho de que el único Estado íntegro y justo es aquel en el que todas las personas son iguales ante la ley y pueden ejercer plenamente sus derechos y cumplir sus deberes; por ello reitero la necesidad de trabajar por un Estado que tenga en su centro la misión de avivar la dignidad garantizando los derechos humanos y reduciendo las brechas de desigualdad.

Por esta razón, y teniendo en cuenta que la ética pública abreva del respeto y protección de la dignidad humana, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México mantiene su postura respecto al derecho a la igualdad y la libertad de quienes han decidido unirse legalmente en matrimonio con una persona de su mismo sexo.

Tenemos que avanzar en este sentido. El momento de debatir ha pasado, no podemos negar la realidad: las uniones legales entre personas del mismo sexo ya se llevan a cabo en esta entidad gracias a la interposición de juicios de amparo, aunque nadie tendría que llegar a los tribunales para poder ejercer sus derechos, siendo que las autoridades, cada una en su ámbito de competencia, deben reconocer, respetar, garantizar y promover las prerrogativas universales de las personas, de todas las personas.

Recordemos que las reformas jurídicas son el mejor recurso para visibilizar y fomentar el respeto a la dignidad humana, para derribar los muros de la cerrazón, la intolerancia y los prejuicios. Nuestra sociedad tiene que avanzar, el Estado de México tiene que dar el paso y decir sí a los matrimonios igualitarios como lo han hecho 20 de las 32 entidades del país y como lo mandatan la Suprema Corte de Justicia de la Nación e instrumentos internacionales de derechos humanos.

Liberemos nuestra existencia de la intolerancia, del rechazo y el odio, porque como bien lo apuntó Nelson Mandela: “ser libre no sólo es liberarse de las cadenas; es vivir de manera que se respete y fortalezca la libertad de los demás”.

Desde la Casa de la Dignidad mexiquense estaremos siempre en contra de toda forma de discriminación o violencia que se inflija a las personas de la comunidad LGBT+ para quienes exigimos igualdad, justicia y respeto.

Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México

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