Los problemas entre escritores y discográficas con la plataforma de música de streaming Spotify no son nuevos, pese a que ha logrado acuerdos importantes con el fin de evitar las responsabilidades de derechos de autor, han surgido otros inconvenientes sobre todo económicos, incluso por desinformación de las vacunas.
En 2018 Wixen Music Publishing, una firma estadounidense que se especializa en derechos de propiedad de música, pedía al menos mil 600 millones por unas 10 mil canciones, la empresa representa a artistas como Janis Joplin, The Black Keys y Tom Petty.
Spotify tuvo otra demanda interpuesta por Bob Gaudio y Bluewater Music Corporation y otras compañías, el argumento es que la plataforma no ha atendido las reclamaciones de los escritores y las discográficas, además en muchos casos sin obtener ni pagar licencias por la música que usa.
A finales de noviembre del 2020 más de 19 mil artistas musicales de todo el mundo reclamaban que se pagara al menos un céntimo por stream, publicar todos los contratos a puerta cerrada y acreditar todo el trabajo por grabaciones, así como poner fin a las batallas legales destinadas a empobrecer más a los artistas.
Y es que el modelo del streaming no ha sido capaz de demostrar una viabilidad económica a largo plazo, ni un modelo empresarial sostenible, ni un ejemplo de buena práctica interna.
En febrero de este año Spotify enfrentó boicot y bajas en suscriptores, ya que artistas y podcasters han empezado a eliminar su contenido.
Pero todo se intensificó con lo anunciado (en enero) por el cantautor Neil Young, quien amenazó con eliminar su música, el artista aseguró que el “podcaster” Joe Rogan había empezado a difundir información errónea sobre las vacunas (Covid-19) en su programa “The Joe Rogan experience”.
Sin embargo como Spotify no retiró el contenido negacionista Neil Young quitó su catálogo musical, lo que generó que muchos colegas se le unieran en la decisión.
Joni Mitchell, leyenda del rock y ganadora de ocho premios Grammy se sumó a la cruzada contra Spotify y Rogan, así que decidió abandonar la plataforma por las mismas razones, otros músicos como el británico James Blunt, también ya bajaron su contenido de la plataforma.
También en febrero el guitarrista de MISFITS Doyle Wolfgang Von Frankenstein, manifestó su apoyo a la acción legal que lideró el líder de Metallica Lars Ulrich contra NAPSTER en el año 2000, pero también externó su molestia contra Spotify.
Expresó que lo más molesto es que todos roban música, mientras los músicos se gastan unos 100 mil dólares para hacer un disco de repente alguien llega y se lo llevan todo sin pagar.
También mostró su molestia contra Spotify por las escasas retribuciones que el servicio de streaming de música paga a los titulares de los derechos.
Además de los inconvenientes con los artistas sus proyecciones de suscriptores cayeron recientemente por debajo de los pronósticos de Wall Street.
Spotify reveló que cerraría el primer trimestre de 2022 con 418 millones de usuarios totales y 183 millones de suscriptores con pago, pero la realidad es que está por debajo de lo esperado en ambos campos, aunado a que las acciones cayeron un 23%, borrando los avances de los últimos dos años.
