La ida de la final se pintó de azul. Pachuca “masacró” a los Diablos Rojos y la vuelta se anticipa de mero trámite tras el escandaloso 1-5 registrado en la ida, disputada en la cancha del estadio Nemesio Diez.
Toluca vivió una noche de auténtico terror y Pachuca en estado de gracia asentó cinco “balazos” con los que lapidaron las aspiraciones de los mexiquenses.
Romario Ibarra en dos ocasiones, Gustavo Cabral, Mauricio Isais y Nicolas Ibáñez dejaron agonizando a los rojos. Jordán Sierra hizo el de la honra.
En el juego, Pachuca asfixió a Toluca desde el silbatazo inicial, apostando a la velocidad de Romario Ibarra que al minuto 7 silencio al Infierno con el 0-1. El ecuatoriano le ganó las espaldas a Claudio Baeza que y frente a Volpi fusiló con rencor.
Cinco minutos después la noche se volvió más oscura para los de Nacho Ambriz. Gustavo Cabral alargó el momento de los hidalguenses asentando el 0-2. A balón parado, Victor Guzmán dejó al central en posición franca de remate. El argentino acomodó el cuerpo y pateó potente, ante la nula reacción de Tiago Volpi.
En el momento más apremiante, Toluca buscó reaccionar. Por la banda Jean Menses sirvió al arribo a segundo poste de Camilo Sanvezzo y el brasileño metió zapatazo demasiado cruzado de la puerta. Se fue la más clara para el Diablo.
Apenas al ’36 de tiempo corrido los Tuzos se enfilaron sin problema hacia la victoria. Haret Ortega abanicó en su intento de salida y Romario Ibarra en modo goleador, tomó la de gajos y se enfiló hacia el marco. Volpi intentó achicar pero ya era demasiado tarde. Llegó el catastrófico 0-3 y prácticamente lapidario para los choriceros.
Todavía al ’41 y sin defensa, Mauricio Isais se encargó de concretar el 0-4. Nuevamente en un balón parado, toda la zaga roja se techó y sin marca, el mexico americano cabeceó lo suficientemente colocado al poste contrario de la ubicación de Volpi.
Para la segunda parte, los 27 mil aficionados esperaron la reacción escarlata que los mantuviera con vida, pero no fue así. La tónica del partido no cambió. Con un Toluca totalmente desfondado, Nicolás Ibáñez se encargó de poner la cruz a la tumba de los Diablos en el 0-5.
Tras un rebote corto de Volpi, el delantero rescató la bola sobre línea final, recortó a Brayan Angulo y de zurda se hizo presente en el marcador.
Jordán Sierra al ’77 y con el último esfuerzo se encargó de hacer el de la honra 1-5, que sirvió de consuelo para un estadio pletórico que no dejó de apoyar.
En el agregado, Leo Fernández erró un penal que pondría a los escarlatas con cierto margen para la vuelta pero Ustari se encargó de atajar el disparo de uruguayo y ya no hubo para más.
La fiesta, enmarcada por el “sí se puede”, acabó para los Diablos y sus aficionados. Ahora sólo un milagro reviviría al Toluca para la vuelta, donde necesita meter cuatro para alargar a tiempos extras y cinco para quedarse con la corona, sin recibir gol.