La automedicación es uno de los principales problemas de salud no solo en México sino a nivel mundial, tras la pandemia del Covid-19 se registró un aumento que llegó a un 88% y de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) provoca la muerte de 700 mil personas cada año.
El principal problema que deriva de la automedicación es la resistencia a los antibióticos, por lo que de no tomarse medidas contundentes para contrarrestar la situación, la OMS estima que para 2050 la cifra de fallecimientos podría llegar a 10 millones cada año y convertirse en la primera causa de muerte.
De acuerdo con el Gobierno de México es uno de los grandes problemas de la salud en el país, y se calcula que más del 80% de la población se automedica, pero desde el 2010 la Secretaría de Salud tomó varias medidas para el uso racional de los medicamentos, como la venta controlada de antibióticos mediante receta médica, lo que redujo un 26% la automedicación.
Sin embargo la OMS señala que existe una clasificación para la automedicación, la primera es la responsable, la cual se realiza de manera consciente y el consumidor conoce los efectos secundarios e interacciones de los medicamentos.
En ese sentido es lo adecuado para todas las situaciones, no obstante se requiere información acerca de los medicamentos, sus efectos, contraindicaciones, y las posibles interacciones que podrían tener con otras medicinas.
Aunque la información se puede obtener en la misma caja del medicamento, también desde diferentes sitios de Internet, pero no todas personas saben donde y como buscarla, de ahí la importancia de acercarse con quien tiene el acceso o incluso con especialistas médicos para obtener asesoría y de esta forma evitar efectos secundarios adversos o problemas más graves de salud.
Por lo que toca a la segunda que es la de manera irresponsable, en esta el consumidor no conoce los efectos secundarios e interacciones que tienen los medicamentos y consumirlos puede representar un importante riesgo.