De las 427 granjas de trucha con las que contaba la entidad mexiquense, entre 15 y 20 han cerrado de manera total y 24 tienen cierre parcial, debido a las afectaciones por bajas ventas de su producto derivado de la pandemia del Covid-19, informó Rigoberto Bravo Torres, presidente de la Unión Estatal de Acuicultores del Estado de México.
En el caso de las granjas que están parcialmente cerradas, dijo, es porque operan con poca producción y poca gente debido a los recursos limitados con los que cuentan.
Aclaró que un productor de trucha puede llegar a gastar diariamente entre dos mil 500 a tres mil pesos en manutención por cada granja con una producción de tres toneladas, sumado al gasto de mano de obra y extras de operatividad, por lo que al no tener ingresos la operatividad es dificultosa.
En este contexto, el presidente de la Unión Estatal de Acuicultores detalló que una granja de trucha requiere entre tres y cuatro personas para realizar la mano de obra para sacar la producción adelante, y derivado de la contingencia sanitaria del Covid-19 algunas sólo cuentan con una o máximo dos personas; sin embargo las granjas minoritarias son operadas al cien por ciento por sus propietarios.
El acuicultor refirió que pese a la reapertura del turismo en la entidad mexiquense a partir de la transición a la fase naranja en el semáforo epidemiológico el 20 de julio, al momento no avances en el acuicultor, pues las ventas en hoteles y restaurantes apenas son de entre cinco y siete por ciento, atribuido a que las mejores fechas para comercializar la trucha son el periodo de Semana Santa y el periodo vacacional de fin de año.
"Todos los productores siguen trabajando y haciendo un esfuerzo por mantener las granjas, o mantener los pocos empleos que todavía se pueden considerar”, aseguró el acuicultor.
Cabe recordar que en las últimas semanas y tras la reapertura de centros turísticos de municipios como Valle de Bravo, Malinalco, Ixtapan de la Sal y La Marquesa en Ocoyoacac, hay aprovechamiento de la producción de trucha que quedó rezagada en el periodo vacacional de Semana Santa.
En la entidad mexiquense, este sector tiene ventas por encima de las cuatro mil toneladas anuales, de las cuales el 80% es comercializado en Cuaresma y Semana Santa.
En días pasados el sector agropecuario mexiquense dio a conocer las afectaciones que el Covid-19 dejó a su paso.
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