/ domingo 20 de agosto de 2023

Humberto Vélez es la voz más querida de la TV

Fue gracias a una revista de espectáculos que Humberto Vélez descubrió su verdadera vocación

Fue gracias a una revista de espectáculos que Humberto Vélez descubrió su verdadera vocación. En su niñez soñó con ser actor de doblaje. Hoy, su nombre es conocido a nivel mundial gracias a un personaje amarillo bebedor de cerveza y ha logrado conquistar distintas generaciones debido a los tonos de voz que puede adoptar para distintos personajes de series y películas. Cuenta con un centenar de créditos y cuatro décadas de experiencia.

Francisco Humberto Vélez Montiel nació un 30 de marzo de 1955, en Orizaba, Veracruz. Sus primeros 10 años los vivió viajando, de un estado a otro gracias a que su padre trabajaba como vendedor ambulante; el ser empleado de Manantiales Peñafiel, lo obligó a recorrer estados como Chiapas, Oaxaca, Tamaulipas, Veracruz, Guadalajara, entre otros, acompañado de toda su familia.

Fastidiada de ese ritmo de vida, su madre Telma Beatriz decidió mudarse y asentarse con sus tres hijos en Tehuacán, Puebla.

Humberto es el mayor de sus hermanos, le siguen Gustavo, Telma y Francisco. Desde chico, el mundo del entretenimiento rodeaba la vida de Humberto gracias a que su mamá trabajó como periodista, incluso fue miembro de la Organización Editorial Mexicana (OEM), en los años 60.

Telma fundó sus propias revistas, fue corresponsal de El Sol de Puebla y locutora de radio. Esto influyó la vida de Humberto, a tal grado que su inclinación por las artes se mostró a muy temprana edad.

Telma preparó vocal y lingüísticamente a Humberto para que fuera su suplente, en caso de que ella enfermara y no pudiera utilizar su voz en su trabajo como locutora de radio. A los ocho años de edad, el actor ya leía de corrido sin equivocarse, tenía una dicción como pocos y sabía de algunas técnicas de expresión actoral.

“Mi mamá era poeta y me enseñó cómo tener articulación para una dicción correcta, me enseñó cómo moverme en el escenario. Eso me dio un enorme entrenamiento mental para ir corrigiendo de antemano, leyendo con los ojos una línea y con la mente siete líneas abajo para poder, al mismo tiempo que estoy hablando, ir corrigiendo lo que voy a decir", afirmó Humberto Vélez en entrevista con El Sol de México.

Durante su educación básica, el locutor ganó distintos concursos tanto de poesía, oratoria, declamación y teatro. El arte lo hacía olvidar un poco su realidad, ya que su familia era muy pobre, sufrían constantemente de crisis económicas.

INSPIRADO POR LA FARÁNDULA

Gracias a que una de sus tías le envió ejemplares de la revista Tele Guía para su diversión, Humberto, de entonces 11 años de edad, conoció a distintos artistas, entre ellos al actor de doblaje Jorge Arvizu El Tata.

“En esas revistas es que me entero que existía el teatro, que existe todo lo que yo había hecho no profesionalmente en Tehuacán y me entero que se podía vivir de eso. Supe que era la carrera de actuación por un Tele Guía porque ahí salían las entrevistas con actores”, expresó.

Convencido de su vocación, quiso formarse profesionalmente sin embargo, el primer obstáculo de su vida fueron sus propios padres, quienes no permitieron que se desenvolviera como actor, ya que querían que su hijo estudiara una carrera distinta.

Ellos influyeron para que se inscribiera en la carrera de Derecho, en la facultad de la UNAM, licenciatura que abandonó a los dos años y medio de haber comenzado, ya que su interés estaba centrado en la actuación.

Viajó a Estados Unidos para estudiar Arte Dramático, Construcción Escenográfica y Dirección Teatral en Ohio durante un año. Allá fue reconocido como Mejor actor por sus colegas y profesores.

A su regreso a México, el también comediante se inscribió en la escuela Andrés Soler, que pertenecía a la Asociación Nacional de Actores (ANDA); ahí, por primera vez, nadó como pez en el agua.

“No me arrepiento de ninguna de mis decisiones, ni mucho menos de haber estudiado Derecho ya que me ha ayudado para otras cosas, aunque no me gustaría inmiscuirme otra vez en esos asuntos”, confesó.

En sus primeros años, tras salir de la escuela, Humberto Vélez se desarrolló como actor en melodramas como Esperándote (1985), Quinceañera (1987) y Arráncame la vida (2008); en sus tiempos libres y con el objetivo de generar más ingresos, el actor amenizaba fiestas infantiles vestido de payasito.

Su vida comenzó a cobrar sentido estando dentro de los foros de televisión y tras bambalinas cuando le tocaba protagonizar una obra de teatro, sin embargo, aún no se sentía completo.

En el momento en que descubrió la vida de Arvizu, quiso explorar el doblaje. Y, sin buscarlo, la oportunidad de estar en una cabina de locución le llegó a su vida.

LA MAGIA DETRÁS DE SU VOZ

En la escuela coincidió con Jesse Conde, actor de doblaje conocido por personajes como Tigger, de Winnie Pooh, El Señor Cara de Papa en Toy Story y el Capitán Héctor Barbossa de la cinta Los Piratas del Caribe.

“Él fue mi mejor amigo del Andrés Soler y permanecimos juntos durante mucho tiempo. Fue él quien me metió a doblaje, yo debuté en teatro por él, luego yo lo llevé a la televisión.

“Me presentó a Francisco Colmenero (actor y director de doblaje; narrador de las producciones de Walt Disney) y gracias a eso tuve la oportunidad de participar en la serie de Los Pitufos, en la década de los ochentas”, recordó el actor.

Su debut fue en 1983, desde entonces ha prestado su voz a un sinfín de personajes como la voz del Profesor Hubert J. Farnsworth y Kiff Crocker en Futurama, Winnie Pooh, Lord Farquaad en Shrek, el gato Pelusa en Stuart Little, el Sr. Gibbs en Los Piratas del Caribe, y muchos otros.

Es la voz oficial de actores como Larry Miller, Robin Williams, Al Pacino, Kevin McNally, y Danny DeVito.

“No soy una persona que tenga favoritos o que esté contando las cosas que hago o que prefiera tal cosa. Tengo un gusto muy universal, me gusta casi todo.

“Lo que me gusta es trabajar, no importa si es el personaje principal o es el secundario o no es tan importante, si es comercial o no, a mí lo que me gusta es trabajar, por eso he estado en muchas producciones”, dijo.

HOMERO SIMPSON LE CAMBIÓ LA VIDA

Gran parte de su popularidad es gracias a Homero Simpson, personaje que comenzó a doblar en 1990 y le trajo grandes recompensas.

Homero cambió mi vida. Si no hubiera sido la voz de doblaje de Homero Simpson en las primeras temporadas, no estaría yo aquí sentado dando una entrevista. Homero es una cosa verdaderamente impresionante, no sé si Matt Groening (creador de Los Simpson) estaba consciente de todo lo que hizo; ahora ya lo está, pero cuando comenzó difícilmente creo que haya estado consciente del cambio tan enorme, gigantesco y profundo que salpicó a tanta gente en el mundo, yo soy uno de los salpicados y beneficiados del mundo con eso.

“A mí el tipo me benefició enormemente, me cambió la vida y este tipo de ejercicios de estar frente a cámara, en radio o en entrevistas, no sería posible sin Homero”, expresó el también productor.

Aunque fueron grandes los beneficios que le dio el personaje, Humberto Vélez dejó de ser la voz oficial durante 17 años, ya que en 2005 fue despedido, junto a todo el reparto por un conflicto entre la ANDA y la empresa Grabaciones y Doblajes S.A, hoy conocida como New Art.

“La huelga no fue por solicitud de aumento de sueldo, fue por defender la cláusula número 1 del contrato colectivo de trabajo que era que, en esa empresa donde se hacían Los Simpson, no se podía trabajar por contrato colectivo de trabajo. Era una cláusula que tenía 45 años de vigencia, si no pertenecías a la ANDA tenías que pagar un desplazamiento para poder trabajar como actor ahí, esa cláusula la quería quitar la empresa y ese fue el pleito, nosotros creemos que no nos convenía porque íbamos a perder fuerza como trabajadores.

“Ellos (la empresa de doblaje) querían llamar a cualquiera; si alguien se ponía de payaso, lo podían reemplazar fácilmente. Como no nos pusimos de acuerdo ni entre nosotros como actores, perdimos la huelga, metieron a quien les dio la gana, cambiaron la cláusula, la borraron y pusieron a quien quisieron”, recordó.

De acuerdo con el actor, el haber perdido la huelga, hizo que el gremio se estancara. Desde 2005 no ha habido aumento de salarios, la ANDA perdió mucha fuerza y ya son pocas las empresas que negocian con el sindicato de actores.

“La bronca fue que perdimos fuerza, nos pudieron quitar la cláusula y nos quitaron de ahí precisamente porque hubo esquirolaje, porque hubo actores que se atrevieron hacer esos papeles que nosotros no queríamos hacer, no porque hayamos abandonado el trabajo, sino por nuestra exigencia de derechos.

“Por supuesto cobraron menos para sacar ese trabajo, artísticamente no lo hicieron mal, pero es una cochinada irte a meter en un movimiento de huelga, capaz que lo hacían mejor, no tenemos problema con eso, pero se están metiendo en una huelga”, aseguró.

Aunque sí vivió un cuadro de depresión tras abandonar el personaje que tanto amaba, esto no le generó pérdidas económicas, ya que, sin ese compromiso de doblar las temporadas 16 a 31, tuvo más tiempo de asistir a convenciones de comics y eventos especiales.

“A la gente de Latinoamérica no le gustó que me corrieran y en los eventos, convenciones, en todo me prefirieron. De hecho yo les decía que ya no era la voz oficial y me pedían a mí, entonces se acostumbraron todos a que aunque yo no era el oficial, era el original.

“No perdí nada con eso, al contrario, tuve tiempo de ir por todos lados explotando a Homero en Latinoamérica”, sostuvo.

Para la temporada 32, en el 2021, Humberto Vélez volvió a su personaje y se mantiene hasta la actualidad, gracias al ofrecimiento de nuevos ejecutivos que lideran New Art, quienes buscaron un mejor impacto que el que se tenía con las voces anteriores.

EN DEFENSA DEL DOBLAJE

Como representante del gremio y con 40 años de experiencia, Humberto Vélez aseguró no tener una pelea contra las celebridades de internet, sin embargo, pide que se preparen para asumir distintos trabajos, mientras que a los productores, solicita que el pago sea justo.

“Los influencers tienen ciertos problemas, pero también son muy trabajadores, para ser influencer tienes que poner de cinco a ocho cápsulas al día y para hacer una, te tardas dos o tres horas, no es sólo hablar, no es fácil. Yo no estoy en ninguna pelea, a menos que sea con gente que no me quiera pagar, ahí sí peleo, he peleado mucho contra productores que no me quieren pagar en México, a muchos los tengo vetados, pero otro tipo de peleas no me interesan.

“Lo que creo es que hay que regular las actividades, que los influencers que participen en el doblaje, estudien, que se preparen. Y si como productores van a contratar a un influencer que a nosotros como actores nos paguen lo mismo, que no haya diferencia porque estoy haciendo el mismo trabajo y con la misma calidad”, enfatizó.

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Otro de los rubros que el locutor también pide regular es el uso de la Inteligencia Artificial.

“La Inteligencia Artificial se puede convertir en un enemigo si no ponemos reglas, ya vi varias cápsulas donde tomaron mi voz cantando como Homero para ponerlo en canciones de Rocío Durcal y de gente que canta muy bien, lo negativo es que no me pagan ni un centavo, ni a Disney, esa es una ruptura de leyes por todos lados”, dijo.

El actor de 68 años aún tiene muchos planes en mente, entre ellos el retomar la escritura de su libro biográfico; además quiere fundar una escuela que enseñe a doblar, actuar y promueva valores como la lealtad a nuevas generaciones.

A lo largo de su vida, Humberto Vélez formó una familia integrada por su esposa y sus dos hijos Alicia y Humberto, la primera actriz y el segundo estudiante del Centro Universitario de Teatro (CUT), de la UNAM.

Fue gracias a una revista de espectáculos que Humberto Vélez descubrió su verdadera vocación. En su niñez soñó con ser actor de doblaje. Hoy, su nombre es conocido a nivel mundial gracias a un personaje amarillo bebedor de cerveza y ha logrado conquistar distintas generaciones debido a los tonos de voz que puede adoptar para distintos personajes de series y películas. Cuenta con un centenar de créditos y cuatro décadas de experiencia.

Francisco Humberto Vélez Montiel nació un 30 de marzo de 1955, en Orizaba, Veracruz. Sus primeros 10 años los vivió viajando, de un estado a otro gracias a que su padre trabajaba como vendedor ambulante; el ser empleado de Manantiales Peñafiel, lo obligó a recorrer estados como Chiapas, Oaxaca, Tamaulipas, Veracruz, Guadalajara, entre otros, acompañado de toda su familia.

Fastidiada de ese ritmo de vida, su madre Telma Beatriz decidió mudarse y asentarse con sus tres hijos en Tehuacán, Puebla.

Humberto es el mayor de sus hermanos, le siguen Gustavo, Telma y Francisco. Desde chico, el mundo del entretenimiento rodeaba la vida de Humberto gracias a que su mamá trabajó como periodista, incluso fue miembro de la Organización Editorial Mexicana (OEM), en los años 60.

Telma fundó sus propias revistas, fue corresponsal de El Sol de Puebla y locutora de radio. Esto influyó la vida de Humberto, a tal grado que su inclinación por las artes se mostró a muy temprana edad.

Telma preparó vocal y lingüísticamente a Humberto para que fuera su suplente, en caso de que ella enfermara y no pudiera utilizar su voz en su trabajo como locutora de radio. A los ocho años de edad, el actor ya leía de corrido sin equivocarse, tenía una dicción como pocos y sabía de algunas técnicas de expresión actoral.

“Mi mamá era poeta y me enseñó cómo tener articulación para una dicción correcta, me enseñó cómo moverme en el escenario. Eso me dio un enorme entrenamiento mental para ir corrigiendo de antemano, leyendo con los ojos una línea y con la mente siete líneas abajo para poder, al mismo tiempo que estoy hablando, ir corrigiendo lo que voy a decir", afirmó Humberto Vélez en entrevista con El Sol de México.

Durante su educación básica, el locutor ganó distintos concursos tanto de poesía, oratoria, declamación y teatro. El arte lo hacía olvidar un poco su realidad, ya que su familia era muy pobre, sufrían constantemente de crisis económicas.

INSPIRADO POR LA FARÁNDULA

Gracias a que una de sus tías le envió ejemplares de la revista Tele Guía para su diversión, Humberto, de entonces 11 años de edad, conoció a distintos artistas, entre ellos al actor de doblaje Jorge Arvizu El Tata.

“En esas revistas es que me entero que existía el teatro, que existe todo lo que yo había hecho no profesionalmente en Tehuacán y me entero que se podía vivir de eso. Supe que era la carrera de actuación por un Tele Guía porque ahí salían las entrevistas con actores”, expresó.

Convencido de su vocación, quiso formarse profesionalmente sin embargo, el primer obstáculo de su vida fueron sus propios padres, quienes no permitieron que se desenvolviera como actor, ya que querían que su hijo estudiara una carrera distinta.

Ellos influyeron para que se inscribiera en la carrera de Derecho, en la facultad de la UNAM, licenciatura que abandonó a los dos años y medio de haber comenzado, ya que su interés estaba centrado en la actuación.

Viajó a Estados Unidos para estudiar Arte Dramático, Construcción Escenográfica y Dirección Teatral en Ohio durante un año. Allá fue reconocido como Mejor actor por sus colegas y profesores.

A su regreso a México, el también comediante se inscribió en la escuela Andrés Soler, que pertenecía a la Asociación Nacional de Actores (ANDA); ahí, por primera vez, nadó como pez en el agua.

“No me arrepiento de ninguna de mis decisiones, ni mucho menos de haber estudiado Derecho ya que me ha ayudado para otras cosas, aunque no me gustaría inmiscuirme otra vez en esos asuntos”, confesó.

En sus primeros años, tras salir de la escuela, Humberto Vélez se desarrolló como actor en melodramas como Esperándote (1985), Quinceañera (1987) y Arráncame la vida (2008); en sus tiempos libres y con el objetivo de generar más ingresos, el actor amenizaba fiestas infantiles vestido de payasito.

Su vida comenzó a cobrar sentido estando dentro de los foros de televisión y tras bambalinas cuando le tocaba protagonizar una obra de teatro, sin embargo, aún no se sentía completo.

En el momento en que descubrió la vida de Arvizu, quiso explorar el doblaje. Y, sin buscarlo, la oportunidad de estar en una cabina de locución le llegó a su vida.

LA MAGIA DETRÁS DE SU VOZ

En la escuela coincidió con Jesse Conde, actor de doblaje conocido por personajes como Tigger, de Winnie Pooh, El Señor Cara de Papa en Toy Story y el Capitán Héctor Barbossa de la cinta Los Piratas del Caribe.

“Él fue mi mejor amigo del Andrés Soler y permanecimos juntos durante mucho tiempo. Fue él quien me metió a doblaje, yo debuté en teatro por él, luego yo lo llevé a la televisión.

“Me presentó a Francisco Colmenero (actor y director de doblaje; narrador de las producciones de Walt Disney) y gracias a eso tuve la oportunidad de participar en la serie de Los Pitufos, en la década de los ochentas”, recordó el actor.

Su debut fue en 1983, desde entonces ha prestado su voz a un sinfín de personajes como la voz del Profesor Hubert J. Farnsworth y Kiff Crocker en Futurama, Winnie Pooh, Lord Farquaad en Shrek, el gato Pelusa en Stuart Little, el Sr. Gibbs en Los Piratas del Caribe, y muchos otros.

Es la voz oficial de actores como Larry Miller, Robin Williams, Al Pacino, Kevin McNally, y Danny DeVito.

“No soy una persona que tenga favoritos o que esté contando las cosas que hago o que prefiera tal cosa. Tengo un gusto muy universal, me gusta casi todo.

“Lo que me gusta es trabajar, no importa si es el personaje principal o es el secundario o no es tan importante, si es comercial o no, a mí lo que me gusta es trabajar, por eso he estado en muchas producciones”, dijo.

HOMERO SIMPSON LE CAMBIÓ LA VIDA

Gran parte de su popularidad es gracias a Homero Simpson, personaje que comenzó a doblar en 1990 y le trajo grandes recompensas.

Homero cambió mi vida. Si no hubiera sido la voz de doblaje de Homero Simpson en las primeras temporadas, no estaría yo aquí sentado dando una entrevista. Homero es una cosa verdaderamente impresionante, no sé si Matt Groening (creador de Los Simpson) estaba consciente de todo lo que hizo; ahora ya lo está, pero cuando comenzó difícilmente creo que haya estado consciente del cambio tan enorme, gigantesco y profundo que salpicó a tanta gente en el mundo, yo soy uno de los salpicados y beneficiados del mundo con eso.

“A mí el tipo me benefició enormemente, me cambió la vida y este tipo de ejercicios de estar frente a cámara, en radio o en entrevistas, no sería posible sin Homero”, expresó el también productor.

Aunque fueron grandes los beneficios que le dio el personaje, Humberto Vélez dejó de ser la voz oficial durante 17 años, ya que en 2005 fue despedido, junto a todo el reparto por un conflicto entre la ANDA y la empresa Grabaciones y Doblajes S.A, hoy conocida como New Art.

“La huelga no fue por solicitud de aumento de sueldo, fue por defender la cláusula número 1 del contrato colectivo de trabajo que era que, en esa empresa donde se hacían Los Simpson, no se podía trabajar por contrato colectivo de trabajo. Era una cláusula que tenía 45 años de vigencia, si no pertenecías a la ANDA tenías que pagar un desplazamiento para poder trabajar como actor ahí, esa cláusula la quería quitar la empresa y ese fue el pleito, nosotros creemos que no nos convenía porque íbamos a perder fuerza como trabajadores.

“Ellos (la empresa de doblaje) querían llamar a cualquiera; si alguien se ponía de payaso, lo podían reemplazar fácilmente. Como no nos pusimos de acuerdo ni entre nosotros como actores, perdimos la huelga, metieron a quien les dio la gana, cambiaron la cláusula, la borraron y pusieron a quien quisieron”, recordó.

De acuerdo con el actor, el haber perdido la huelga, hizo que el gremio se estancara. Desde 2005 no ha habido aumento de salarios, la ANDA perdió mucha fuerza y ya son pocas las empresas que negocian con el sindicato de actores.

“La bronca fue que perdimos fuerza, nos pudieron quitar la cláusula y nos quitaron de ahí precisamente porque hubo esquirolaje, porque hubo actores que se atrevieron hacer esos papeles que nosotros no queríamos hacer, no porque hayamos abandonado el trabajo, sino por nuestra exigencia de derechos.

“Por supuesto cobraron menos para sacar ese trabajo, artísticamente no lo hicieron mal, pero es una cochinada irte a meter en un movimiento de huelga, capaz que lo hacían mejor, no tenemos problema con eso, pero se están metiendo en una huelga”, aseguró.

Aunque sí vivió un cuadro de depresión tras abandonar el personaje que tanto amaba, esto no le generó pérdidas económicas, ya que, sin ese compromiso de doblar las temporadas 16 a 31, tuvo más tiempo de asistir a convenciones de comics y eventos especiales.

“A la gente de Latinoamérica no le gustó que me corrieran y en los eventos, convenciones, en todo me prefirieron. De hecho yo les decía que ya no era la voz oficial y me pedían a mí, entonces se acostumbraron todos a que aunque yo no era el oficial, era el original.

“No perdí nada con eso, al contrario, tuve tiempo de ir por todos lados explotando a Homero en Latinoamérica”, sostuvo.

Para la temporada 32, en el 2021, Humberto Vélez volvió a su personaje y se mantiene hasta la actualidad, gracias al ofrecimiento de nuevos ejecutivos que lideran New Art, quienes buscaron un mejor impacto que el que se tenía con las voces anteriores.

EN DEFENSA DEL DOBLAJE

Como representante del gremio y con 40 años de experiencia, Humberto Vélez aseguró no tener una pelea contra las celebridades de internet, sin embargo, pide que se preparen para asumir distintos trabajos, mientras que a los productores, solicita que el pago sea justo.

“Los influencers tienen ciertos problemas, pero también son muy trabajadores, para ser influencer tienes que poner de cinco a ocho cápsulas al día y para hacer una, te tardas dos o tres horas, no es sólo hablar, no es fácil. Yo no estoy en ninguna pelea, a menos que sea con gente que no me quiera pagar, ahí sí peleo, he peleado mucho contra productores que no me quieren pagar en México, a muchos los tengo vetados, pero otro tipo de peleas no me interesan.

“Lo que creo es que hay que regular las actividades, que los influencers que participen en el doblaje, estudien, que se preparen. Y si como productores van a contratar a un influencer que a nosotros como actores nos paguen lo mismo, que no haya diferencia porque estoy haciendo el mismo trabajo y con la misma calidad”, enfatizó.

➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo

Otro de los rubros que el locutor también pide regular es el uso de la Inteligencia Artificial.

“La Inteligencia Artificial se puede convertir en un enemigo si no ponemos reglas, ya vi varias cápsulas donde tomaron mi voz cantando como Homero para ponerlo en canciones de Rocío Durcal y de gente que canta muy bien, lo negativo es que no me pagan ni un centavo, ni a Disney, esa es una ruptura de leyes por todos lados”, dijo.

El actor de 68 años aún tiene muchos planes en mente, entre ellos el retomar la escritura de su libro biográfico; además quiere fundar una escuela que enseñe a doblar, actuar y promueva valores como la lealtad a nuevas generaciones.

A lo largo de su vida, Humberto Vélez formó una familia integrada por su esposa y sus dos hijos Alicia y Humberto, la primera actriz y el segundo estudiante del Centro Universitario de Teatro (CUT), de la UNAM.

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