San Salvador Atenco, México.- Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advierten sobre el riesgo que corre la sobre explotación de los mantos acuíferos por la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).
Jesús Flores Hernández, investigador de la UNAM, aseguró que la sobre explotación de los acuíferos de la zona provocará un déficit de agua de 80 millones de metros cúbicos, que equivale a dejar sin gota alguna a 530 mil habitantes cada año, es decir, el 3 por ciento de la población de la Zona Metropolitana del Valle de México.
Al ser el suelo donde se construye el NAICM un área natural protegida, la ocupación de las 4 mil 500 hectáreas donde se edifica equivale a que deje de existir un consumo de agua en 108 mil viviendas al año, según información del estudio titulado “Impacto Ambiental del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”.
La investigación señala que “son ridículas las soluciones de sustentabilidad hídrica del NAICM, ya que, aunque tenga la capacidad de aprovechar el agua pluvial de toda la superficie del aeropuerto (incluidas las pistas de aterrizaje) la cantidad de agua que se podría reunir (con los 600 mm anuales según la Conagua) es de tan solo 27 mil metros cúbicos al año, lo que contrasta con los millones de metros cúbicos que se perderán por su existencia”, indicó.
Flores Hernández aseguró que los mantos freáticos superficiales que se han afectado, forman parte de los diversos caudales que hacen de la zona un humedal importante en la región, ya que estos se ubican a una profundidad de 0.20 a 1.40 metros.
“Al encontrase en un proceso de bombeo y desecación debido a la construcción del NAICM, significa un daño a los mantos superficiales en sus áreas periféricas, a las zonas agrícolas, en los ejidos ubicados al oriente del aeropuerto. Algunas de estas afectaciones que ocurrirán a corto y mediano plazo son la disminución de los caudales existentes, la erosión del suelo y el desmantelamiento del ciclo hidrológico”, aseveró.
Finalmente, el investigador puntualizó que el daño al ciclo hidrológico queda de manifiesto en la desaparición de 4 mil 500 hectáreas de humedal, la reducción de áreas permeables (cerros aledaños) y cuerpos húmedos, desperdicio del agua pluvial por derramarlo al drenaje evitando su integración a los mantos freáticos.
