Además de referir que el ambulantaje prácticamente ha rodeado al tianguis de Palmillas, comerciantes establecidos hicieron un llamado a las autoridades para reforzar la seguridad ante la presencia de bandas de carteristas que operan en este zoco.
“Si te das cuenta el comercio ambulante ya se ha apropiado de las orillas del tianguis, no es tan malo pero ello propicia un desorden para los visitantes”, indicó un comerciante establecido que por obvias razones omitió su identidad.
Refirió que la entrada al mercado es prácticamente otro tianguis, donde se instalan vendedores ambulantes y ocupan cualquier espacio vacío.
Consideraron que este tipo de comercio ha crecido y se ha salido de las manos de las autoridades, quienes han consentido dicha actividad.
“Nosotros mejor no nos metemos en ese tema porque hay represalias y no queremos problemas. De eso mejor no hablar”, enfatizó otro de los comerciantes establecidos.
Detallaron que desde el puente, el comercio informal se ha apropiado de los lugares y por lo mismo, ya implica un problema para los miles de visitantes que asisten cada viernes.
“Venden de todo y cada vez son más, nunca se le ha puesto un alto y por eso han crecido tanto que ya va a ser difícil que se vayan”, destacó otro vendedor del tianguis.
En el tema de seguridad, coincidieron que la problemática radica específicamente en la presencia de bandas de carteristas que operan al interior.
“Son grupitos que operan en dónde se da conglomerado de gente, se empujan entre sí y uno es quien bolsea a las víctimas para llevarse su bolso y pertenencias”, añadió un comerciante.
Ante ello, pidieron a las autoridades que al igual que los carteristas, realicen recorridos al interior de las distintas áreas para enfrentar a las bandas.
“Si hay una que otra fardera también, pero no es un problema que consideremos grave, pero bueno, sí hay presencia policíaca también se enfrentaría el problema”, asentó.
Finalmente también hicieron un llamado a las autoridades correspondientes para poner un orden en el tema de vehículos que se estacionan a la orilla de la Toluca-Palmillas, pues esta vía también se convierte en un desorden y hasta en un peligro.