Ante la escasez de agua que se ha agravado en todo el país, sacerdotes de diversos templos católicos de la Arquidiócesis de Toluca piden a la comunidad católica, al final de cada Misa, cuidar el agua y, como medida emergente, tratar de “cosecharla” en la próxima temporada de lluvias.
Este llamado que se ha hecho en distintas iglesias y parroquias de esta provincia religiosa, se lleva a cabo en los avisos que se dan al final de las misas, sobre todo las de los días domingo, que son las de mayor afluencia.
“Estamos haciendo un llamado a la feligresía para que cuide el agua, pero también para que aprenda a cosechar en sus hogares, es necesario ya pensar en algunas medidas que puedan servir para preservar el vital liquido”, comentó monseñor Guillermo Fernández Orozo, ex vicario general de la Arquidiócesis de Toluca.
Entre algunas acciones que se podrían implementar desde el hogar, indicó, es cosechar el agua, es más las autoridades deberían condicionar la construcción de viviendas con la exigencia de contar con un sistema de captación de agua pluvial.
Es urgente, comentó la autoridad eclesiástica, que las autoridades también piensen en la puesta en marcha de un drenaje pluvial, donde toda esa agua se almacene y ayude a enfrentar la temporada de estiaje.
“Hay ríos que bajan del Nevado de Toluca que es necesario recuperar y esa agua se puede almacenar y usar para diversas actividades”, añadió la autoridad eclesiástica.
El llamado que se hace, dijo monseñor Fernández Orozco, es al final de las ceremonias religiosas y es con el objetivo de generar conciencia sobre el cuidado del agua desde los hogares.
Como se recordará también en algunos lugares de esta ciudad de Toluca, se han llevado a cabo “misas de rogación” para pedirle a Dios porque la temporada de lluvias ya llegue y puedan comenzar con el ciclo agrícola, pero también para contar con agua.
Una de estas celebraciones se realizó en la comunidad de Calixtlahuaca, donde el sacerdote convocó a siete poblaciones pertenecientes a la parroquia en mención, para participar en una misa pidieron por las lluvias.
El ruego parece ser que fue escuchado, pues un día después cayó una leve llovizna, sin embargo, no ha sido suficiente todavía para que los comuneros puedan barbechar sus tierras y posteriormente sembrar maíz, principalmente.
