Funerales musicalizados; un entierro es triste, pero no tiene porque ser feo

La empresa Despedida con Honores se apoya en la Tanatología para hacer de la pérdida un homenaje al difunto

Sandra Sofía San Juan

  · viernes 2 de noviembre de 2018

Foto ilustrativa


Toluca, México.- Los sepelios son tristes, pero no tienen que ser feos, aseguró Miguel Ángel Zepeda, quien se ha propuesto ayudar a los familiares del difunto a manejar el dolor de la pérdida apoyándose en herramientas de Tanatología y, al mismo tiempo, rendir un homenaje a los difuntos igual que se hace con los grandes personajes como Juan Gabriel y el Papa Juan Pablo II.

A través de la empresa Despedida con Honores, Miguel Ángel Zepeda trata de convertir el velorio en una fiesta o lo más parecido a ella, impartiendo pláticas sobre el significado y el sentido de la vida y la muerte, mientras en pantallas colocadas ex profeso se proyectan conciertos de música especialmente seleccionada para la ocasión, lo cual funciona mejor en las ciudades donde la gente huye a la cafetería de las funerarias durante el rezo, pero en los pueblos la gente es más tradicional y está acostumbrada a rezar el Rosario toda la noche.

Hay que cambiar el concepto del velorio, sin quitarle la solemnidad, el duelo, el luto

Abogado de profesión, Miguel Ángel Zepeda reconoce que este tipo de velorio sólo puede hacerse cuando el difunto murió de causas naturales y es mayor, pero no cuando se trata de un joven que murió en circunstancias trágicas o en algún accidente, porque en esos casos el duelo es mayor, el dolor es muy grande.

Yo me arrepiento de no haber tenido esta idea hace 16 años cuando enterré a mi padre, porque el velorio fue muy callado, muy triste. Un velorio musicalizado hace menos doloroso el momento

La segunda de Despedida con Honores, representa un Réquiem, como se hace en Estados Unidos, por ejemplo, en donde inclusive se contratan oradores profesionales para que pronuncien la despedida que se redacta con base en un cuestionario que contesta la familia, pero también se incluye a familiares que quieran resaltar algo de su vida y se acompaña con música de cuerdas, de ópera o la que en vida le haya gustado al difunto.

Al musicalizar el evento se hace un funeral bonito y permite un momento de catarsis para los deudos y también para quienes asisten sólo por compromiso, porque ayuda incluso a acelerar las etapas del duelo, para eso sirve la Tanatología, para que aprendamos todos a aceptar que alguien tiene que morir para que otro nazca, concluyó.