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Tultepec, México.- Considerado como la capital de la pirotecnia, en este municipio se han registrado en los últimos meses cuatro decesos y seis personas lesionadas con severas quemaduras.
Tultepec es considerado como un municipio tradicionalmente dedicado a la artesanía de cartuchos rellenos de pólvora, para ser utilizados como fuegos artificiales, y donde gran número de pobladores se dedica a la fabricación, almacenaje y venta de artículos pirotécnicos. Además, del 3 al 10 de este mes se festejará el trigésimo aniversario de “La Feria Internacional de la Pirotecnia”.
Cuestionado sobre el porqué del incremento de las explosiones, Gonzalo Urbán Vázquez, artesano de la pirotecnia y vecino de Tultepec, comentó que los estallidos en polvorines y talleres se han incrementado debido a la escasez de la materia prima (clorato), lo que los ha obligado a utilizar un sustituto que es más poderoso y provoca las explosiones.
Por tal motivo, en los últimos meses, cuatro personas, en cuatro explosiones, han perdido la vida, y seis más han resultado gravemente lesionadas por quemaduras en estallidos registrados durante el periodo de noviembre del 2017 a febrero del 2018.
La más reciente explosión cobró la vida de dos personas, quienes respondían a los nombres de José Evaristo “N” y Gabriel Ignacio “N”, con 40 y 18 años, respectivamente. Este hecho ocurrió la tarde del martes 27 de febrero.
El estallido destruyó parte del inmueble donde se elaboraban y almacenaban artículos pirotécnicos; el polvorín se ubicaba sobre la calle Octavio Paz esquina con Emiliano Zapata, en el barrio de San Antonio Xahuento.
Sin embargo, un mes antes, el 12 de enero, minutos antes del mediodía, la explosión de un taller clandestino de pirotecnia localizado sobre la calle Cuarta Avenida Zacatenco, colonia San Martín, deshizo el cuerpo de una persona y sus restos quedaron esparcidos junto a los escombros del taller, al parecer clandestino.
Dos meses atrás, el 18 de diciembre, un estallido proveniente de un polvorín ubicado en la parte trasera de una vivienda cimbró las casas de la calle Libertad, en la colonia San Miguel Otlica, barrio de San Juan, donde un hombre perdió la vida al estar manipulando material pirotécnico. Un mes antes, el noviembre 20, una bodega donde se fabricaban y almacenaban cohetes estalló la tarde del lunes, dejando como saldo a tres personas lesionadas.
Sin embargo, para algunos artesanos el problema consiste en que hasta hace dos años compraban clorato a una fábrica que cerró, y ahora deben comprarlo en otros lados, por ello, aseguran, es más fuerte o viene alterado, lo que provoca que al manipularlo sea más volátil.
“Sí se puede evitar; ya sabemos que los materiales vienen alterados, por ejemplo, estamos utilizando un material que es más fuerte que el que trabajamos antes, y no aguanta la presión del traqueteo”, aseveró.
El artesano mencionó que el clorato de potasio es una sal que por sí misma es segura a temperatura ambiente, sin embargo, mezclado con elementos como el azufre y el fósforo se vuelve inestable; se detona con la fricción o choque.
Este material se utiliza para la elaboración de los juegos pirotécnicos llamados silbatos. Este martes en un taller clandestino donde se elaboraba este producto dos personas perdieron la vida.
Vecinos de la zona manifestaron su temor ante estas constantes explosiones, pues afirman que hay muchos talleres clandestinos en viviendas.
El argumento de uno de los fabricantes clandestinos, quien solicitó anonimato, es que no cuenta con recursos económicos para poder comprar un terreno y solicitar los permisos ante el módulo de atención al público del Registro Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), por lo que, en todas las colonias de Tultepec, municipio considerado la capital de la pirotecnia, existen cientos de casas donde se fabrican y se venden cohetes.
