A propósito del Día de la Candelaria, vendedores de tamales de este municipio se preparan para vender más producto que el año pasado, coincidieron vendedoras de tamales y atoles en puestos semifijos de Valle de Bravo.

“No pues casi siempre hacemos de más el 1 y 2 de febrero, por que vienen muchos a comprarnos para toda su familia, y a parte de nuestros clientes de siempre, tenemos que hacer tamales para los que quieran más para llevar”, dijo María Guadalupe Vargas, vallesana dedicada a la venta de tamales.

En el 2021 el Covid-19 encerró a las familias quienes no pudieron compartir la tradicional rosca de Reyes y, por lo tanto, no se reunieron el Día de la Candelaria para “pagar” los tamales.

Por lo que este año, gracias al semáforo epidemiológico, se permitirá que haya más movilidad de personas y flujo económico, el cuál servirá para reactivar la economía en el inicio del mes de febrero.

“No pues nos debe de ir mejor que el año pasado, ahorita ya hay más gente y ya nos podrán venir a comprar. Es una buena oportunidad porque las ventas de estos días nos ayudan a seguir solventando los gastos de enero”, refirió Luisa Martínez, vendedora de tamales.

Verdes, rojos, de rajas, canarios, de fresa, durazno, y en algunos puestos, al estilo oaxaqueño, centenares de kilos de masa preparada estarán listos para ser vendidos en los puestos semifijos del Pueblo Mágico.

Para ello, desde días atrás, los vendedores acudieron a comprar los ingredientes para su preparación como la masa, manteca o las hojas de maíz en las que son envueltos, a los comercios que tradicionalmente venden estos productos en el municipio.

En los cuales se han podido ver las filas de gente que acuden a comprar los materiales para la preparación en casa y para su venta.

“Si, he visto gente desde ayer en el Molino de Chiles, el que está ahí por la presidencia vieja, ahí es dónde la gente va a comprar las cosas si los quieren hacer en casa, pero ojalá y también nos hagan el gasto a nosotros, de esos vivimos”, pidió María Guadalupe Vargas.

Está tradición se empalma con la fiesta patronal en honor a nuestra Señora de San Juan de los Lagos, la cuál es adorada en el barrio de Otumba el 2 de febrero, por lo que las tradiciones católicas continúan realizándose en Valle de Bravo.