En el estado de México sólo 1.6 millones de personas es decir el 9% de sus habitantes tienen un ingreso digno y viven sin carencias, mientras el 91% de los mexiquenses no tienen condiciones de bienestar.
De acuerdo con la Escala del Bienestar de Acción Ciudadana frente a la Pobreza, 15.7 de los cerca de 17 millones de personas que viven en la entidad sufren carencias e ingreso insuficiente.
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El territorio mexiquense está por debajo del promedio nacional, pues en el país el 12% de la población vive en condiciones de bienestar y sólo ocho entidades tienen más del 20% de su población con ingreso digno y sin carencias.
Pobreza
Los datos arrojan que 2.1 millones viven en pobreza extrema por ingresos, pues no les alcanza para adquirir la canasta alimentaria; mientras 9.2 millones de personas tienen pobreza por ingresos porque no cubren el costo de la canasta básica.
Más de la mitad de la población, es decir, 13.2 millones de personas, según el estudio, tienen al menos una de las carencias sociales que mide Coneval y al sumar a quienes aún sin carencias y superando la pobreza tienen un ingreso de sobrevivencia menor al costo de dos canastas básicas totalizan 15.7 millones de personas, es decir, el 91% de la población.
El próximo 17 de octubre es el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, por lo cual, la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza presentó esta escala, que es una radiografía de las 32 entidades sobre los indicadores de pobreza y carencia basados en datos de Coneval.
Este año el gobierno mexiquense anterior destinó más de siete mil millones de pesos en siete programas prioritarios, entre ellos el Salario Rosa, canastas alimentarias apoyo a personas adultas, a la niñez indígenas y a personas indígenas.
Causas
En el documento también señala que las causas estructurales que producen pobreza, refuerzan la desigualdad y detienen la movilidad social permanecen sin cambios sustanciales desde hace años; por lo cual la organización llama a ir a la raíz de este problema y dejar de "andarse por las ramas".
También añade que las raíces de la pobreza en el país están en el sistema laboral que produce pobreza por bajos salarios y trabajos sin acceso a seguridad social que afectan a más de la mitad de la Población Económicamente Activa, así como por los obstáculos a la inclusión económica de mujeres y jóvenes.
El documento también menciona que algunas decisiones del actual Gobierno Federal han agravado las condiciones de bienestar como la debacle del sistema de salud, por intentar centralizar los servicios a través del INSABI, o la cancelación de programas que favorecían la inclusión económica de mujeres como las estancias infantiles y las escuelas de tiempo completo.
También considera que algunas raíces de la pobreza se han enfrentado con acciones poco efectivas como la deserción escolar en educación media superior, que no se ha reducido con las becas Benito Juárez, o la escasa inserción laboral de jóvenes, pues no basta el programa Jóvenes Construyendo el Futuro que ni siquiera prioriza a quienes tienen rezago educativo y otras desventajas.
Urgen cambios
Acción Ciudadana frente a la Pobreza advirtió que mientras no se actúe desde la raíz la pobreza y la desigualdad seguirán en el mismo nivel y con cambios marginales, por lo cual se requieren cambios estructurales y estrategias prioritarias, entre ellas: un acuerdo laboral para vincular la mejora de remuneraciones con el incremento en la productividad, a fin de superar el paradigma de competitividad basada en bajo salarios y precariedad laboral.
También advirtió que los pactos del pasado sirvieron para contener salarios y abrir la puerta a modelos de negocios violatorios de Derechos Humanos laborales, por lo cual debe haber un acuerdo en sentido inverso, pues no basta la recuperación del salario mínimo para erradicar la pobreza creada desde el sistema laboral.
Otro cambio estructural es transitar a un nuevo modelo de protección social que garantice el acceso a servicios de salud, de cuidados y garantías de ingreso y superar el modelo de seguro social condicionado al régimen laboral que excluye a más de la mitad de la población.
Asimismo, plantea siete estrategias prioritarias que van a la raíz de las estructuras que producen pobreza: un salario mínimo general suficiente para que toda persona pueda adquirir al menos dos canastas básicas al mes, un Sistema Nacional de Cuidados que permita promover la inclusión económica de mujeres e incrementar la infraestructura de servicios de cuidado infantil, una política integral de empleabilidad para jóvenes.
De igual forma, fondos y apoyos técnicos y comercialización para el fomento de la economía social y el emprendimiento productivo, con prioridad a zonas indígenas y rurales; un acuerdo nacional por la educación de calidad en las zonas de mayor rezago social, un plan multianual de integración de los subsistemas públicos de salud para garantizar equidad y calidad y un padrón único de beneficiarios que garantice el acceso ágil y transparente de hogares en pobreza a los programas de transferencias monetarias, sin sesgos políticos.
La organización señala que esas propuestas serán presentadas a las personas aspirantes a la presidencia de la República, a las gubernaturas y a cargos legislativos, pues aún cuando de 2018 al 2022 bajó un poco la pobreza, falta mucho y las causas estructurales no se han transformado.
