Toluca, México.- Paranoia y ansiedad son los principales trastornos que padecen algunas mujeres al abordar el transporte público debido a los hechos de inseguridad registrados en esos medios o bien, por la violencia que a veces se genera al ir a bordo, señaló el psiquiatra del Hospital General No. 220 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Luis Sergio Ponce Guadarrama.
En entrevista para este medio, comentó que en el área de psiquiatría de dicho nosocomio acude en promedio una paciente al mes, quienes enfrentan temor por tener que utilizar el transporte público, a quienes se les inicia tratamiento.
El doctor en psiquiatría expresó que la mayoría de las pacientes lamentablemente fueron víctimas de abuso de tipo sexual, en varios rangos de edad, no sólo jóvenes, sino también mujeres maduras.
Las pacientes que han atravesado por ese momento, explicó, en un par de sesiones han asimilado su problema y buscan salir delante lo más rápido posible al tomar algunas medidas preventivas.
“Hay muchas mujeres que tienen miedo de salir a la calle a tomar un taxi o subir al autobús, lo que hacen es prevenir al irse en grupo, otras piden radio taxi para sentir un poco más de seguridad, esa situación cada día es más frecuente”, dijo.
El ambiente de inseguridad, sostuvo, propicia ansiedad a muchas mujeres, quienes tienen miedo de transitar por determinadas zonas, de caminar en la calle, lo cual se ve reflejado con taquicardia o sienten que alguien las sigue.
Aclaró que cada proceso es diferente, algunas personas requieren de menos tiempo, otras de más para superar el trauma que vivieron en el transporte público, pero para revertir esa situación se recomienda acudir con un psicólogo o psiquiatra para tomar psicoterapia o terapia conductivo conductual.
“En ocasiones se suministra medicamento para ayudarles a bajar los niveles de adrenalina, que están muy altos y que son sustancias que provocan miedo, también mientras salen del proceso se les recomienda a sus familiares vayan por ellas a su escuela o el trabajo”.
Indicó que el proceso puede ser rápido pero dependen de cada persona, porque en algunos casos ellas han buscado alternativas de protección como no viajar en autobuses solitarios, no caminar por calles oscuras y vacías, salir a la par de sus compañeros, utilizar el transporte de la empresa, dejar sus autos en zonas seguras y bien iluminadas, tomar taxi seguro o de bases conocidas para no poner en riesgo su integridad.
Deseó que las autoridades tomen cartas en el asunto para disminuir esos delitos y castigar a quienes los cometen, concluyó.
