La problemática de los jóvenes en México no se reduce a concluir alguna licenciatura y obtener trabajo sino que en la actualidad esta situación se recrudece con aquellas personas que cuentan con una orientación sexual diferente.
La discriminación que padece dicho sector en los planteles de educación superior continúa siendo muy marcada e incluso se transporta a posibles oportunidades de trabajo.
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De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación y Juventudes realizada por la organización Yaaj México, al menos el 62% de jóvenes entre 15 y 29 años han sufrido algún tipo de discriminación en la escuela mismas que van desde agresiones físicas, verbales hasta sicológicas y sexuales por el simple hecho de ser homosexuales, lesbianas o bisexuales.
Mientras que la segunda Encuesta Nacional sobre Violencia Escolar para alumnos LGBT en México, realizada por la Coalición de Organizaciones contra el Bullying por Orientación Sexual, Identidad o Expresión de Género en México en 2017, el 38.8% de estudiantes de entre 13 y 20 años decidieron interrumpir sus estudios al ser víctimas de alguna agresión por su orientación sexual y el 37.7% tomó la misma decisión al ser víctimas por su expresión de género (manera de vestir, peinados o conducta).
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Persiste discriminación
En Toluca, al igual que en otros municipios del Edomex y del país, no se puede hablar de equidad y de que se ha avanzado en el tema de la discriminación hacia las personas transexuales, ya que en la actualidad son marginadas de tener la posibilidad de estudiar, así como de obtener algún empleo digno.
Al respecto, Fanny Ramírez señaló que pudo concluir sus estudios de la licenciatura en Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEM, porque inició con su proceso de cambio de sexo cuando se encontraba a la mitad de la carrera, sin embargo, después de un año de haber egresado no ha podido conseguir empleo en lo que se preparó y labora en tiendas de conveniencia.
En la escuela, abundó, “es muy importante el respeto que manifiestes hacia los demás, ya que puede generar empatía con la gente, por lo que se trata de una actitud que me benefició, porque obtuve la amistad de mis compañeros, personal administrativo y académicos. Yo comencé mi transición a la mitad de la carrera, por lo que al principio mucha gente me conoció como un chico”.
Asimismo, descartó que durante su etapa estudiantil haya sufrido de violencia o discriminación, aunque sí falta de reconocimiento, “porque no toda la gente sabe del proceso de transición de hombre a mujer, ya que los cambios pueden ser discretos y confusos para la gente que me rodea”.
Fanny reconoció que disminuyó su desempeño académico, sin embargo, pudo concluir su preparación, “me acerqué a las autoridades y pude ejercer mis derechos con plenitud”.
Hasta donde estoy enterada fue el primer caso de mujer transexual que ha estudiado en el plantel y desconozco si actualmente existan personas que se enfrenten a una situación similar.
Difícil encontrar empleo
Aunque Fanny aclaró que en el ámbito estudiantil no fue objeto de discriminación, aseveró que en lo que corresponde al acceso a una fuente laboral lleva más de un año tratando de encontrar empleo en algún medio de comunicación, particularmente en prensa escrita que es lo que más le llama la atención.
Simplemente no he tenido suerte. He buscado trabajo en un par de medios de comunicación y aunque me desanimé al principio sé que debo seguir adelante.
Actualmente labora en una tienda de conveniencia en la zona de Metepec, ya que también fue a buscar una oportunidad en una institución bancaria pero nunca le llamaron y una amiga le “recomendó” que primero se cortara el cabello.