Con un llamado a evitar juguetes bélicos y obsequios como teléfonos celulares y tabletas este Día de Reyes, César Augusto Hernández Dávila, psicológico especializado en terapia educativa para niños y adolescentes, recordó a los padres de familia que lo importante es dar a sus hijos regalos que estimulen su inteligencia, imaginación y que sean un apoyo para el desarrollo de todas sus habilidades.

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Indicó que los avances tecnológicos los padres han encontrado la manera de tener entretenidos a los niños sin tener que dedicarles mucho tiempo de convivencia, lo cual además de no ser bueno para su desarrollo físico y emocional, les provoca adicción, pues sacrifican el ejercicio por pasar horas frente a la pantalla de un aparato.

Recordó que en el mercado existen juguetes educativos para todas las edades y contribuyen a que bebés de menos de un año desarrollen sus habilidades motrices y cognitivas, con lo cual podrán ser capaces de enfrentar los retos de su crecimiento como el ubicarse espacialmente, identificar formas y colores, entre otros aspectos.

Es importante que los padres pongan atención en los juguetes que adquieran, a fin de que estos sean los más adecuados a la edad y a la etapa de desarrollo en la que se encuentran sus hijos y no sólo busquen satisfacer sus intereses, apuntó Hernández Dávila.

Resaltó que el juego no sólo es una actividad de esparcimiento y entretenimiento para los infantes, pues tanto la Psicología como la Pedagogía la consideran como una estrategia didáctica que permite vincularlos con las tareas y responsabilidades cotidianas, además de que les ayuda a analizar, pensar y tomar decisiones, por lo que recomendó preferir juguetes que impliquen memorizar, aplicar estrategias y destrezas, así como aquellos que son para armar -aviones, autos, buques, figuras de acción- y rompecabezas.

Descartó en definitiva los juguetes bélicos: pistolas, rifles, espadas, cuchillos, arcos y flechas, entre otros, pues incitan a los niños y adolescentes a jugar a la guerra y pueden despertar en ellos alguna inclinación a la violencia, la cual ya está presente con demasiada frecuencia en la televisión y el cine, por lo que no es aconsejable.