No estacionarse sobre la vía es más importante para autoridades policiacas que revisar las medidas sanitarias que han sido borradas completamente en el Mercado de San Bernabé, donde el gel anti-bacterial, la sana distancia y hasta el uso del cubre-bocas en algunas personas, son cosas del pasado.
Miles de personas acuden cada lunes a este mercado, donde el color amarillo del semáforo epidemiológico ya no importa, pues los días transcurren sin importar que el virus que provoca el Covid-19 ande activo y todavía provoque muertes en la entidad mexiquense y en todo el país.
“Vengo a vender mis gallinitas, sé que hay otra vez muchos casos de Covid, pero pues tengo que comer y en mi casa nadie me va a dar este dinerito”, mencionó, doña Remedios proveniente de Santa María del Monte, municipio de Zinacantepec.
Durante un recorrido por este mercado, considerado como uno de los más grandes del Valle de Toluca, se constató que las medidas sanitarias por la pandemia de Covid-19 son letra muerta, y quizá el uso del cubrebocas es lo único que prevalece entre los asistentes.
En la entrada, elementos de seguridad pública y tránsito municipal implementaron un operativo, pero sólo con la finalidad de evitar que los vehículos se estacionen a la orilla de la avenida principal.
“No estamos permitiendo que los asistentes se estacionen en la orilla de la avenida, pues afectan la circulación y lo que tratamos es que haya fluidez vehicular. Es mejor gastarte 25 o 30 pesos de estacionamiento a que seas infraccionado por gente de tránsito”, refirió una elemento que presionaba a los automovilistas que pretendían estacionarse.
Este era el único objetivo del dispositivo policíaco, pues en lo demás la gente andaba inclusive sin cubre-bocas dentro de las diversas áreas del mercado que incluye una zona especifica de venta de animales, así como zona de comida.
“Aquí venimos a vender y comprar, nosotros traemos el cubrebocas, pero no hemos visto que haya algún filtro, que nos den gel o que revisen la temperatura, mucho menos la sana distancia”, declaró uno de los visitantes.
Es muy difícil, reconoció uno de los vendedores de este mercado, que se controle tanta gente que viene, por fortuna creo que no hay muchos contagios y muertes como el año pasado, que estuvo cerrado el tianguis, pero si la verdad es que hay riesgos.
Durante el recorrido, la sana distancia en ninguna zona del tianguis se respetaba, más aún en la zona de venta de animales como aves, perros o algunas especies exóticas, donde la venta es casi codo a codo.
En una zona tan importante como el área de comida, la situación era la misma y lamentablemente no se pudo observar ninguna medida sanitaria, a no ser que algunos negocios contaban con el gel anti-bacterial en la mesa.
“Pues trato de comer un poquito alejado de los demás comensales, pero es imposible no estar expuesto al virus, pero pues tenemos que comer y ni modo, aquí estamos echándonos unos tacos de cecina”, añadió uno de los clientes de puesto de tacos.
Al final, derivado de varios testimonios recabados, la mayoría de los asistentes reconocen el riesgo de un contagio, pero la necesidad de acudir a este lugar de venta, los pone a la buena de Dios y sin que la autoridad municipal por lo menos actúe en disminuir el aumento de casos positivos que engrosen las cifras por la actual pandemia.
