Alumnos de al menos seis escuelas siguen tomando clases a la intemperie, debajo de árboles y en plena calle, debido a que las autoridades educativas sólo visitan los planteles afectados y se toman fotos, pero no han actuado para resolver la problemática que impera en la zona sur de la entidad, más bien se han dedicado a fiscalizar la alimentación de los alumnos, sin tomar en cuenta que los comedores no están en condiciones.
De acuerdo a información de autoridades de los planteles afectados, tras el sismo ocurrido el 9 de septiembre del año pasado, al menos fueron seis planteles educativos dañados, tres de ellos de manera grave y por lo mismo, derivado de los peritajes, se notificó que no se podían dar clases en estas escuelas.
A raíz de varias denuncias realizadas, dijeron, personal del área de educación ha visitado varias veces los planteles educativos afectados, pero sólo llegan a tomarse fotos y prometen la restauración, misma que no ha llegado.
En tanto, aseguraron los denunciantes, se han dedicado a fiscalizar la alimentación que se le ofrece a los pequeños, sin tomar en cuenta que la mayoría de comedores también se encuentran afectados, “lo que quieren es que en los comedores se cocine y los alumnos estudien. Para eso sólo mandan a la coordinadora del programa para fiscalizar y no para ver por las condiciones en las que toman clases los alumnos”, mencionó uno de los directivos afectados.
De tal suerte que a casi medio año del sismo, hasta el momento no se han reparado varias escuelas afectadas y por lo mismo tanto los alumnos como los docentes siguen laborando a la intemperie y en casas prestadas.
Algunas de las escuelas afectadas son la Telesecundaria Primero de Mayo ubicada en Cuadrilla de López en Tejupilco, la escuela primaria General Ignacio Zaragoza ubicada en la comunidad de La Labor de Zaragoza, en el mismo municipio, la primaria Miguel Hidalgo de la comunidad de El Rodeo y la primaria Hank González de El Sauz de San Lucas, entre otras.
Ante ello, autoridades de dichos planteles pidieron a las autoridades estatales que solucionen la problemática de dichos planteles educativos en vez de fiscalizar otras cuestiones que nada tienen que ver con las condiciones en las que están tomando clases los estudiantes de la zona sur del Estado de México.