La sociedad necesita practicar la bondad desde la amabilidad y lograr un diálogo fraterno entre los unos y los otros, a fin de superar lo que en estos tiempos es la mayor preocupación: la violencia y la confrontación, señaló el Arzobispo de Toluca, monseñor Raúl Gómez González.
Durante la última celebración eucarística de fin de año o llamada “misa de gallo” en la Catedral de Toluca, la autoridad eclesiástica aseguró que, bajo la certeza de que Dios es la fuente de la vida, es necesario que con una actitud llena de gratitud se fortalezca el compromiso que tiene cada persona.
“Hacemos alto en nuestra vida y analizamos las experiencias que tenemos, las vivencias humanas, incluso, aquellos momentos difíciles que han hecho que entremos en crisis individualmente o en sociedad, como la pandemia”, dijo.
Además, expresó que es tiempo de trazar nuevas rutas y reflexiones en este mundo creado por Dios que no nos hace detenernos para decir que no hay algo más y ponerle punto final.
“Dios nos hace grandes cuando somos diminutos, pero cuánto llevamos y cuánto realizamos entre nosotros por las potencialidades al ser hechos a imagen y semejanza”, enfatizó.
El pastor de la Arquidiócesis de Toluca hizo un llamado a la comunidad católica para no dejar de contemplar la bondad de Dios que se contempla en estos días.
“Esa bondad que tanto necesitamos vivirla, desde la amabilidad para hacer un diálogo entre unos y otros para favorecernos y superar lo que en estos tiempos nos hace vivir en la preocupación de violencia y confrontación”, recalcó.
Tal y como lo mencionó el Papa Francisco desde el Vaticano, es necesario hacer que la bondad identifique al hombre.
“Hoy en las noticias las notas son de violencia, muerte y discordia, pues son los encabezados de noticias lo que se pone en letra grande y se expresa”, añadió monseñor Raúl Gómez González.
Lo que debe aparecer en las primeras planas, finalizó el Arzobispo de Toluca, son los avances del diálogo humano de fraternidad, pero sobre todo de paz.
