La vigilancia en la zona sur del Estado de México se ha intensificado y los recorridos no cesan para ubicar a los responsables del ataque perpetrado contra uniformados mexiquenses el pasado jueves.
La venganza por un operativo ocurrido hace unos días, presumiblemente podría ser el móvil de la agresión contra los 13 elementos de la Secretaría de Seguridad del Estado de México y elementos de la Fiscalía General de Justicia en la entidad (FGJEM).
La presencia policiaca y militar conformada por al menos 300 efectivos prevalece en el municipio de Coatepec de Harinas y sus alrededores, donde ocurrió el hecho, mientras se realizan las investigaciones que tratan de darle una respuesta al ataque ocurrido el jueves.
De acuerdo con fuentes extraoficiales, todo apunta que esta agresión se derivó de un operativo implementado el pasado martes en la zona de Zacualpan.
Ese día, uniformados estatales y elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) habrían decomisado armas y tres vehículos.
Presuntamente en el operativo se logró la detención de dos personas, quienes fueron puestos en libertad.
Este incidente habría provocado el enojo del crimen organizado, el cual planeó la emboscada.
OPINIONES
Respecto a este tema la secretaria federal de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, dijo que que se están siguiendo las líneas de investigación para dar con los responsables.
En la conferencia de prensa presidencial explicó que colaboran con la Fiscalía de Justicia del Estado de México en el seguimiento e indagatorias,
“Ya hay unas líneas de investigación que se están siguiendo y yo preferiría dejar la batuta al fiscal del Estado de México”.
Destacó la presencia de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Marina y de todas las instancias de la Secretaría de Seguridad luego de esta agresión.
En vía redes sociales, la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México (ONU-DH) condenó el asesinato de los policías del Estado de México.
“Tras haber sido presuntamente emboscados por integrantes de la delincuencia organizada”.
El personal encargado de hacer cumplir la ley, dijo, también tiene el deber de proteger los derechos humanos de los demás y al mismo tiempo son titulares de derechos.
“El Estado debe respetar y proteger sus derechos, lo que implica que trabajen con condiciones laborales adecuadas, estar bien capacitados y equipados”.
Esto exige, detalló el alto comisionado, que las operaciones estén bien planificadas y recibir instrucciones adecuadas para evitar ponerles en un riesgo innecesario.
“La ONU-DH alienta a las autoridades estatales a emprender una investigación pronta, seria y efectiva, que lleve a la sanción de los responsables de estos hechos y que se garantice a las familias de los policías su derecho a la verdad, justicia y reparación”, concluye el escrito.
RECUENTO
Los ataques a las corporaciones policiacas, derivado de acciones contra la delincuencia organizada, han sido constantes en el Estado de México.
Tan solo en 2020 se suscitaron tres ataques a policías mexiquenses en los municipios de San Simón de Guerrero, Villa Victoria e Ixtapan de la Sal.
En 2019 también se tienen registradas dos agresiones, ocurridas el 10 de septiembre y el 11 de marzo, en Tecámac y sobre la carretera Zacualpan-Almoloya de Alquisiras.
