Hace unas semanas se hizo viral un video que duele en lo más profundo del corazón, cinco niñas y quince niños de entre 12 y 17 años en la localidad de Ayahualtempa en Guerrero, recibían algunas indicaciones de cómo manejar armas ¿el objetivo? integrarse a la policía comunitaria para proteger a su familia y comunidad del crimen organizado, ¿es esa la responsabilidad de la niñez de nuestro país? Hacer frente a una situación que ha rebasado a las autoridades cuya obligación es proteger a las y los ciudadanos y sobre todo, garantizar los derechos de lo más preciado que tenemos: nuestras niñas y niños.
¿Qué se puede esperar de un país en el que los niños tienen que cuidar a sus seres queridos pues el Gobierno decidió renunciar a la obligación de hacer frente a los criminales y mejor abrazarlos? El miedo se ha convertido en el compañero de todos los días, 7 niñas, niños o adolescentes son asesinados y 37 sufren violencia física a DIARIO, en un país en el que hace casi 6 años se decidió que la popularidad importa más que darles a las infancias una vida libre de violencia. No son otros datos como asegura aquel que desde un Palacio ignora una realidad que lo ha rebasado y prefiere jugar beisbol mientras el país está en llamas ¿No deberían ser las niñas y niños quienes estuvieran jugando en lugar de cargar armas más pesadas que sus mochilas de escuela?
En materia de educación expertos alertan respecto al retroceso en la materia, en nuestro país más de 6 millones de niñas y niños no asisten a la escuela situación que se acrecentó con la pandemia por COVID, en la que muchos estudiantes dejaron la escuela ante la falta de estrategias y conciencia por parte de las autoridades que dieron por hecho que todos tendrían acceso a una televisión, tablet o celular ignorando la realidad de millones de familias mexicanas, que tuvieron que sacrificar el futuro de sus hijos para poder comer. Situación que pone a las y los menores en un estado de vulnerabilidad de ser reclutados por el crimen organizado, desaparecidos, violentados o asesinados.
Es lamentable el abandono en el que se encuentra la niñez mexicana sin políticas públicas o estrategias serias y eficientes que ayuden a proteger sus derechos fundamentales. Contrario a ello se aprueban se desmantelan programas y debilitan instituciones cuya finalidad era justamente garantizar el interés superior de las niñas y niños. ¿A qué nivel de tragedia debemos llegar para que se les proteja ante tanta violencia?
Es fundamental poner a la niñez en el centro, enfocar todos nuestros esfuerzos en proteger sus derechos y generar las condiciones que permitan su pleno desarrollo, teniendo en cuenta en todo momento que INFANCIA ES DESTINO.
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