/ sábado 4 de diciembre de 2021

Entremés Político | Solo y a escondidas

Atrás quedaron los eventos rimbombantes, los escenarios deslumbrantes y las porras y matracas. Este año, ya no fue posible. No se podía mantener el fastuoso gasto que se pretendía para llevar a cabo la ceremonia del tercer informe de gobierno de Juan Rodolfo Sánchez Gómez.

Con la derrota electoral a cuestas, tuvo que realizarse en una pequeña ceremonia en el patio de Palacio Municipal sin la presencia de algún liderazgo de Morena o del coordinador de su grupo parlamentario. Solo con la presencia del Cabildo y de unos cuantos servidores públicos afines.

A escondidas en pequeño evento institucional, no por convicción de austeridad, sino como una medida de seguridad y para salir del compromiso legal se custodió el edificio del palacio municipal con vallas y policías para evitar el reclamo de trabajadores, policías, proveedores y hasta medios de comunicación, a quienes se les adeudan cientos de millones de pesos.

A escondidas pues, se invitó al Secretario General de Gobierno a constatar los “resultados” de una administración fallida, que deja tras de sí desesperanza y mucho rencor acumulado.

Juan Rodolfo, quien busca ahora la protección del Gobernador Alfredo del Mazo mediante un pacto de impunidad, no solo no estuvo a la altura de las circunstancias, fue un presidente ausente; lejano a la gente que nunca pudo o supo analizar el verdadero sentir ciudadano. El despilfarro y las ocurrencias sustituyeron al programa de gobierno en el que debió afianzarse la administración. La corrupción, carcomió y avanzó como nunca las estructuras de mandos medios y superiores. Un auténtico festín en donde muchos de esos mandos no les interesaba que no se les pagara su salario si, por el contrario, mantenían el entre, el embute, el cobro de plazas como fuente de ingresos.

Sin lugar a dudas no hay parangón. Las diferencias afloran cuando las cosas se hacen bien y se cumple la palabra empeñada.

Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador, dirigente del movimiento de la 4T, informa ante cientos de miles en el Zócalo de la Ciudad de México los resultados de su gobierno y el cumplimiento de los compromisos adquiridos en campaña, recomendando a todo el movimiento no caer en la tentación de correrse al centro para quedar bien con todos, en Toluca, la capital de estado más importante del país gobernada aparentemente por Morena, el alcalde se tiene que esconder para rendir su informe convirtiéndolo en un hecho lamentable y, sobre todo, vergonzoso.

Atrás quedaron los eventos rimbombantes, los escenarios deslumbrantes y las porras y matracas. Este año, ya no fue posible. No se podía mantener el fastuoso gasto que se pretendía para llevar a cabo la ceremonia del tercer informe de gobierno de Juan Rodolfo Sánchez Gómez.

Con la derrota electoral a cuestas, tuvo que realizarse en una pequeña ceremonia en el patio de Palacio Municipal sin la presencia de algún liderazgo de Morena o del coordinador de su grupo parlamentario. Solo con la presencia del Cabildo y de unos cuantos servidores públicos afines.

A escondidas en pequeño evento institucional, no por convicción de austeridad, sino como una medida de seguridad y para salir del compromiso legal se custodió el edificio del palacio municipal con vallas y policías para evitar el reclamo de trabajadores, policías, proveedores y hasta medios de comunicación, a quienes se les adeudan cientos de millones de pesos.

A escondidas pues, se invitó al Secretario General de Gobierno a constatar los “resultados” de una administración fallida, que deja tras de sí desesperanza y mucho rencor acumulado.

Juan Rodolfo, quien busca ahora la protección del Gobernador Alfredo del Mazo mediante un pacto de impunidad, no solo no estuvo a la altura de las circunstancias, fue un presidente ausente; lejano a la gente que nunca pudo o supo analizar el verdadero sentir ciudadano. El despilfarro y las ocurrencias sustituyeron al programa de gobierno en el que debió afianzarse la administración. La corrupción, carcomió y avanzó como nunca las estructuras de mandos medios y superiores. Un auténtico festín en donde muchos de esos mandos no les interesaba que no se les pagara su salario si, por el contrario, mantenían el entre, el embute, el cobro de plazas como fuente de ingresos.

Sin lugar a dudas no hay parangón. Las diferencias afloran cuando las cosas se hacen bien y se cumple la palabra empeñada.

Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador, dirigente del movimiento de la 4T, informa ante cientos de miles en el Zócalo de la Ciudad de México los resultados de su gobierno y el cumplimiento de los compromisos adquiridos en campaña, recomendando a todo el movimiento no caer en la tentación de correrse al centro para quedar bien con todos, en Toluca, la capital de estado más importante del país gobernada aparentemente por Morena, el alcalde se tiene que esconder para rendir su informe convirtiéndolo en un hecho lamentable y, sobre todo, vergonzoso.

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