/ lunes 2 de agosto de 2021

Mirada Empresarial | Perspectivas alentadoras

Las economías nacionales a nivel global manifestaron afectaciones a causa de la pandemia de Covid-19 que se manifestó desde finales de 2019 y que tuvo su punto más álgido, económicamente hablando, durante 2020. Este impacto inesperado a la economía representó un año catastrófico con caídas generalizadas de los indicadores del Producto Interno Bruto en todas las regiones del globo.

La pandemia generó una abrupta contracción de la actividad económica a nivel global y de acuerdo al Banco Mundial, durante 2020, a nivel mundial, la economía de todo el planeta se redujo en aproximadamente 55.2 por ciento. Lo que daría como resultado, según el Banco Mundial, la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, y la primera vez desde 1870 en que la mayor parte de las economías padecerían una disminución del producto per cápita.

Sin embargo, tras experimentar uno de los episodios más complicados en la historia moderna en todos los rubros de la sociedad; el mundo y en especial México comienzan a dar señales de recuperación.

Con base a datos del Fondo Monetario Internacional, el crecimiento mundial será de 6% en 2021 y de 4,4% en 2022. América Latina espera una recuperación de 4.6% en este año y de 3.1 en 2022; mientras que para México se espera un crecimiento de 5 por ciento para 2021 y de 3 por ciento para el año venidero.

Estas cifras se presentan gracias a la contención de la pandemia, desde la perspectiva de la salud, con una reducción considerable de la mortalidad de las personas a causa del Covid-19, gracias al desarrollo de tratamientos eficaces y sobre todo la inmunización de la población a través de las vacunas.

De igual forma, la implementación de medidas por parte de las autoridades nacionales y la adaptación de las economías a este nuevo modelo, hacen que la maquinaria económica brinde resultados positivos.

Sin embargo, la caída de 10 puntos porcentuales de la economía mexicana durante 2020, nos hace reflexionar sobre las medidas que se deben adoptar para establecer una recuperación real de la economía nacional. Ya que estas cifras, pese a ser buenas, no logran ubicarnos dentro de los niveles que se manejaban de manera previa a la pandemia.

Resulta importante trabajar con medidas concretas que nos permitan establecer una auténtica recuperación económica que permita a las y los mexicanos alcanzar la línea de bienestar a fin de cubrir sus necesidades de manera suficiente.

De igual forma, es fundamental generar proyectos que reubiquen a México como un atractivo polo de inversión, así como atender la fuga de capitales y dinero especulativo que se ha venido presentado y que poco se ha atendido.

La pandemia nos ha dado un respiro, es momento de trabajar para que el bienestar sea duradero y perdurable.

Las economías nacionales a nivel global manifestaron afectaciones a causa de la pandemia de Covid-19 que se manifestó desde finales de 2019 y que tuvo su punto más álgido, económicamente hablando, durante 2020. Este impacto inesperado a la economía representó un año catastrófico con caídas generalizadas de los indicadores del Producto Interno Bruto en todas las regiones del globo.

La pandemia generó una abrupta contracción de la actividad económica a nivel global y de acuerdo al Banco Mundial, durante 2020, a nivel mundial, la economía de todo el planeta se redujo en aproximadamente 55.2 por ciento. Lo que daría como resultado, según el Banco Mundial, la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, y la primera vez desde 1870 en que la mayor parte de las economías padecerían una disminución del producto per cápita.

Sin embargo, tras experimentar uno de los episodios más complicados en la historia moderna en todos los rubros de la sociedad; el mundo y en especial México comienzan a dar señales de recuperación.

Con base a datos del Fondo Monetario Internacional, el crecimiento mundial será de 6% en 2021 y de 4,4% en 2022. América Latina espera una recuperación de 4.6% en este año y de 3.1 en 2022; mientras que para México se espera un crecimiento de 5 por ciento para 2021 y de 3 por ciento para el año venidero.

Estas cifras se presentan gracias a la contención de la pandemia, desde la perspectiva de la salud, con una reducción considerable de la mortalidad de las personas a causa del Covid-19, gracias al desarrollo de tratamientos eficaces y sobre todo la inmunización de la población a través de las vacunas.

De igual forma, la implementación de medidas por parte de las autoridades nacionales y la adaptación de las economías a este nuevo modelo, hacen que la maquinaria económica brinde resultados positivos.

Sin embargo, la caída de 10 puntos porcentuales de la economía mexicana durante 2020, nos hace reflexionar sobre las medidas que se deben adoptar para establecer una recuperación real de la economía nacional. Ya que estas cifras, pese a ser buenas, no logran ubicarnos dentro de los niveles que se manejaban de manera previa a la pandemia.

Resulta importante trabajar con medidas concretas que nos permitan establecer una auténtica recuperación económica que permita a las y los mexicanos alcanzar la línea de bienestar a fin de cubrir sus necesidades de manera suficiente.

De igual forma, es fundamental generar proyectos que reubiquen a México como un atractivo polo de inversión, así como atender la fuga de capitales y dinero especulativo que se ha venido presentado y que poco se ha atendido.

La pandemia nos ha dado un respiro, es momento de trabajar para que el bienestar sea duradero y perdurable.

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