/ martes 12 de marzo de 2024

Rescate Tierra | De los Pinos a Ayotzinapa

Falleció Antonio Moreno, el escultor le decía, mi amigo y lo era. Lo conocí en el Biarritz, su oficina alterna, mientras charlaba de sus esculturas del Poder Judicial, 4 hermosos cuerpos representando la justicia, la prudencia, la eubulia y la equidad. Antonio, hombre generoso y fuera de serie. Me prestó una casa perdida en el bosque del sur del Estado de México, donde me encerré dos meses a escribir el libro: “La Penúltima Guerra” vaya un abrazo a su esposa Elisa y sus hijos Daniel y Antonio.

Mientras recordaba a Toño, vinieron a mi mente sus pláticas cuando en el Movimiento Estudiantil del 68, en el tiempo de Díaz Ordaz, él ayudaba a repartir los volantes con la información del avance de la huelga y los acuerdos de los comités.

La historia de ese tiempo, nos enseñó a los mexicanos, los abusos a los que pueden llegar sus autoridades, cuando son amparadas por un Ejército alejado de los ciudadanos, pero cercano al poder. Una orden, una bengala, un batallón de jóvenes con guante blanco, dieron como resultado cientos de estudiantes muertos.

Muchos mexicanos tardaron años en recuperar la confianza en las fuerzas armadas, que el 2 de octubre mataron estudiantes, balearon la unidad Tlatelolco y transportaron en camiones los cuerpos de los estudiantes muertos.

Menos de una década después el mismo Ejército, combatía a la guerrilla en las montañas de Guerrero, Oaxaca y hasta Jalisco. Una guerrilla que financiaba sus actividades con el secuestro y tráfico de drogas, nada comparado con los cárteles del crimen organizado que hoy ponen en riesgo el estado de derecho, la soberanía, la paz, el orden, la seguridad y hasta hacen dudar de la eficiencia de las fuerzas armadas y su independencia del crimen organizado.

Ya hasta circulan rumores sobre la posibilidad de que el líder Máximo de México, sea apoyado al final del proceso electoral, por el crimen organizado y las fuerzas del orden, lo recalcó Luis Carlos Ugalde expresidente del IFE, en la brozo entrevista y lo escribimos aquí hace ya algunos meses, un orden que mas parece desorden y una milicia que se convierte poco a poco en una milicia empresarial.

Los mexicanos no queremos guerra en nuestro país, no queremos verlo convertido en un gobierno militarizado como lo es o lo parecen, Venezuela, Cuba y Nicaragua o como lo fue Argentina y Chile. No les fue bien y hasta ahora intentan recuperarse de las consecuencias de sus regímenes militares.

México desde su independencia y hasta principios de 1940, tuvo varios gobiernos encabezados por militares, quienes peleaban la silla presidencial entre gobierno y gobierno. Comenzó, Iturbide, Santa Anna, también, Guerrero, Guadalupe Victoria, Porfirio Díaz, Carranza, Obregón, Calles y Lázaro Cárdenas quien de manera visionaria consolidó la separación del gobierno civil y el ejército, dándonos casi 70 años de convivencia y colaboración cívico militar, donde la milicia apoya las acciones de gobierno y ciudadanía y gobierno se ven respaldados por las fuerzas armadas con límites de acción bien definidos.

Hoy, la delgada línea que separaba los Pinos de la zona militar número 1 parece desdibujarse acercando peligrosamente al señor de Palacio, con las fuerzas armadas y las fuerzas del mal, el narco y sus socios en Latinoamérica y el Caribe. Cómo siempre… Espero equivocarme.

Pedro_gomez77@hotmail.com

Licenciado en Comunicación por la UAEM

Maestrando en Periodismo Político por la Carlos Septién García

Falleció Antonio Moreno, el escultor le decía, mi amigo y lo era. Lo conocí en el Biarritz, su oficina alterna, mientras charlaba de sus esculturas del Poder Judicial, 4 hermosos cuerpos representando la justicia, la prudencia, la eubulia y la equidad. Antonio, hombre generoso y fuera de serie. Me prestó una casa perdida en el bosque del sur del Estado de México, donde me encerré dos meses a escribir el libro: “La Penúltima Guerra” vaya un abrazo a su esposa Elisa y sus hijos Daniel y Antonio.

Mientras recordaba a Toño, vinieron a mi mente sus pláticas cuando en el Movimiento Estudiantil del 68, en el tiempo de Díaz Ordaz, él ayudaba a repartir los volantes con la información del avance de la huelga y los acuerdos de los comités.

La historia de ese tiempo, nos enseñó a los mexicanos, los abusos a los que pueden llegar sus autoridades, cuando son amparadas por un Ejército alejado de los ciudadanos, pero cercano al poder. Una orden, una bengala, un batallón de jóvenes con guante blanco, dieron como resultado cientos de estudiantes muertos.

Muchos mexicanos tardaron años en recuperar la confianza en las fuerzas armadas, que el 2 de octubre mataron estudiantes, balearon la unidad Tlatelolco y transportaron en camiones los cuerpos de los estudiantes muertos.

Menos de una década después el mismo Ejército, combatía a la guerrilla en las montañas de Guerrero, Oaxaca y hasta Jalisco. Una guerrilla que financiaba sus actividades con el secuestro y tráfico de drogas, nada comparado con los cárteles del crimen organizado que hoy ponen en riesgo el estado de derecho, la soberanía, la paz, el orden, la seguridad y hasta hacen dudar de la eficiencia de las fuerzas armadas y su independencia del crimen organizado.

Ya hasta circulan rumores sobre la posibilidad de que el líder Máximo de México, sea apoyado al final del proceso electoral, por el crimen organizado y las fuerzas del orden, lo recalcó Luis Carlos Ugalde expresidente del IFE, en la brozo entrevista y lo escribimos aquí hace ya algunos meses, un orden que mas parece desorden y una milicia que se convierte poco a poco en una milicia empresarial.

Los mexicanos no queremos guerra en nuestro país, no queremos verlo convertido en un gobierno militarizado como lo es o lo parecen, Venezuela, Cuba y Nicaragua o como lo fue Argentina y Chile. No les fue bien y hasta ahora intentan recuperarse de las consecuencias de sus regímenes militares.

México desde su independencia y hasta principios de 1940, tuvo varios gobiernos encabezados por militares, quienes peleaban la silla presidencial entre gobierno y gobierno. Comenzó, Iturbide, Santa Anna, también, Guerrero, Guadalupe Victoria, Porfirio Díaz, Carranza, Obregón, Calles y Lázaro Cárdenas quien de manera visionaria consolidó la separación del gobierno civil y el ejército, dándonos casi 70 años de convivencia y colaboración cívico militar, donde la milicia apoya las acciones de gobierno y ciudadanía y gobierno se ven respaldados por las fuerzas armadas con límites de acción bien definidos.

Hoy, la delgada línea que separaba los Pinos de la zona militar número 1 parece desdibujarse acercando peligrosamente al señor de Palacio, con las fuerzas armadas y las fuerzas del mal, el narco y sus socios en Latinoamérica y el Caribe. Cómo siempre… Espero equivocarme.

Pedro_gomez77@hotmail.com

Licenciado en Comunicación por la UAEM

Maestrando en Periodismo Político por la Carlos Septién García