La guerra en Israel, lo trastorna todo. De continente a continente parece que, mas allá de las manifestaciones de apoyo, unos a los palestinos y otros a Israel, no pasa nada y es todo lo contrario. Los grandes capitales del mundo tienen inversionistas judíos y árabe-islámicos, la guerra detona sus negocios o los daña, los israelíes con inversiones e influencia en las redes sociales con empresas como JFrog, Sisense, la Bolsa de Valores, empresas petroleras, mineras, de electrónica y por el otro lado Arabia Saudita, Argelia, Egipto, Emiratos Arabes Unidos, países de gran capacidad financiera que han invertido bien sus negocios, en todo.
Parece que quienes van a perder son los ciudadanos, no terroristas, no belicosos, que sólo se dedicaban a vivir el día a día y que de repente vieron un grupo de facinerosos armados y violentos, que irrumpieron en conciertos, eventos, casas, calles del territorio israelí, matando, golpeando, secuestrando a quienes cruzaban su camino.
La respuesta israelí no tardó y fue violenta, exigiendo la liberación con vida de los secuestrados por Hamas, la cual no se ha dado, pero los terroristas y sus defensores exigen a pulmón abierto que cese el fuego del lado judío, aunque ellos no liberen a los secuestrados y que eso sí, liberen a los terroristas encerrados por sus atentados, en cárceles mosaicas.
En diciembre tendrá lugar la COP28 en Dubai, una ciudad moderna de los EAU. Extremadamente cara para los activistas ambientales que aprovechan cada COP, para hacer llegar sus pensamientos, posicionamientos y alternativas de solución para detener el calentamiento global y la destrucción del medio ambiente. Dicha reunión podría verse afectada por el conflicto entre Israel y Hamas, siendo utilizada para presionar al gobierno de Netanyahu y detener la incursión armada en palestina.
Mostrar voluntad de solución ante un conflicto requiere la corrección de las acciones equivocadas. Perdonar a un asesino que no muestra arrepentimiento por el asesinato de bebés o la masacre en una fiesta juvenil y el secuestro de población civil, -Que sigue desaparecida- ajena a los problemas de los terroristas, sólo lo motivará a seguir abusando de los demás, dado que no recibe castigo.
En 2015, durante la COP21, Francia sufrió atentados en los que murieron 130 personas a manos de Yihadistas suicidas que enrarecieron la COP, pero no la detuvieron.
El Acuerdo de París, después del de México, fue uno de los últimos en dejar una agenda a mediano plazo para combatir el calentamiento del planeta, con compromisos a firmar por las naciones, procurando reducir las emisiones de bióxido de carbono de las plantas generadoras de electricidad, los automotores y las industrias, además de los temas de reforestación, no desertificación, recarga hídrica y cuidado de la vida animal y vegetal. Derivado de ello, México suscribió el Acuerdo y emitió diversas leyes que facilitarán cumplir los “Compromisos” ante Naciones Unidas, como la “Ley General de Cambio Climático" y la de “Transición Energética", reduciendo las emisiones en 2024, 2030 y 2050, haber hecho caso ante la presión suicida de fanáticos religiosos que intentan imponer su verdad con violencia, hubiera retrasado la firma del convenio.
Sabemos que el tema político no es menor en el conflicto y la lucha por el poder muestra su cara más sangrienta, amenazando la paz mundial ante la falta de amor, respeto e inteligencia de otros seres humanos.
Licenciado en Comunicación por la UAEM
Maestrando en Periodismo Político por la Carlos Septién García
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