/ martes 3 de octubre de 2023

Rescate Tierra | Los que no fueron muertos, ni aun así se arrepintieron de la maldad de sus obras 

Salíamos de casa, para ir al centro, era el 2 de octubre de 1968. Vivíamos en Isabel La Católica, en la Colonia Alamos, en el DF. Durante los últimos días había visto camiones incendiados y volteados en las calles. Mi padre y madre, buscaban la manera de ir a vivir en otro lugar, otra ciudad, otro estado. En ese entonces, no sabia lo que pasaba tan sólo veía gran inquietud y miedo en los rostros de mi familia y vecinos, después supe lo de los estudiantes muertos en Tlatelolco, masacrados mientras se manifestaban y que un batallón del Ejército, de nombre Olimpia, fue el responsable de la matanza. Que lanzaron una bengala para iniciar el ataque contra estudiantes desarmados, que se identificaban portando un guante blanco y que solo la periodista Oriana Fallaci y el periódico Excelsior, difundieron información del suceso. El mundo calló ante los estudiantes caidos, México estaba a punto de realizar su primera Olimpiada y ningún mugriento y alocado grupo de estudiantes que exigían paz y justicia, le quitaría al Presidente Díaz Ordaz, y a su Secretario de Gobernación, Luis Echeverría el honor de ser los organizadores deportivos del mundo.

Varios de los que protestaron entonces, hoy son o fueron parte del gobierno, como Cabeza de Vaca, Eduardo Valle, Pablo Gómez, Gilberto Guevara Niebla, El Pino, Raul Alvarez Garín.

Es curioso como al estilo de la Película “Las Fuerzas Vivas” de Luis Alcoriza, los que acusaban al gobierno, terminaron trabajando en el, y los ideales que defendían se diluyeron con la juventud y un salario constante.

Conforme pasaron los años, conocí personajes de ambos lados. Hombres que decían haber estado en el Batallón Olimpia, quienes me argumentaron las causas por la que agredieron a los estudiantes y que ellos tenían razón, porque así detuvieron el avance del comunismo en México, profesores y ex estudiantes que repartieron volantes para impulsaron la marcha silenciosa.

Después del 68 y del Halconazo del 71, ser estudiante para algunos era como ser delincuente, quizá por las guerrillas y grupos porriles que con o sin justificación proliferaron como la Liga 23 de septiembre, la FEG y la FER de Guadalajara y los claustros universitarios de donde años después surgió el Subcomandante Marcos, para Chiapas.

Los años 60s fueron proclives en manifestaciones estudiantiles en el mundo, recordamos a Francia, entre mayo y junio del 68, después Argentina, Suiza, Alemania, España y Estados Unidos, entre otros.

Argumentos para justificar la violencia, hubo muchos. Francis Sheaffer, fundador de Le Abri, en Suiza, creía que los jóvenes protestaban contra las guerras, porque querían paz en una sociedad de plástico. Los jóvenes franceses se manifestaron contra la sociedad de consumo, Estados Unidos, contra la guerra de Vietnam y en Praga, Checoslovaquia por la libertad.

La mayoría recibió, lo contrario de lo que pedía, en Norteamérica, asesinaron a Robert Kenedy, por buscar la paz en Vietnam, Checoslovaquia, aun vivió años difíciles antes de dejar el socialismo Ruso y México quedó marcado con la Matanza de Tlatelolco.

Lo triste es, que, a pesar de estos hechos, la humanidad aun no aprende a vivir en paz y compartir con amor, sin abusos.

Pedro_gomez77@hotmail.com

Licenciado en Comunicación por la UAEM

Maestrando en Periodismo Político por la Carlos Septién

Salíamos de casa, para ir al centro, era el 2 de octubre de 1968. Vivíamos en Isabel La Católica, en la Colonia Alamos, en el DF. Durante los últimos días había visto camiones incendiados y volteados en las calles. Mi padre y madre, buscaban la manera de ir a vivir en otro lugar, otra ciudad, otro estado. En ese entonces, no sabia lo que pasaba tan sólo veía gran inquietud y miedo en los rostros de mi familia y vecinos, después supe lo de los estudiantes muertos en Tlatelolco, masacrados mientras se manifestaban y que un batallón del Ejército, de nombre Olimpia, fue el responsable de la matanza. Que lanzaron una bengala para iniciar el ataque contra estudiantes desarmados, que se identificaban portando un guante blanco y que solo la periodista Oriana Fallaci y el periódico Excelsior, difundieron información del suceso. El mundo calló ante los estudiantes caidos, México estaba a punto de realizar su primera Olimpiada y ningún mugriento y alocado grupo de estudiantes que exigían paz y justicia, le quitaría al Presidente Díaz Ordaz, y a su Secretario de Gobernación, Luis Echeverría el honor de ser los organizadores deportivos del mundo.

Varios de los que protestaron entonces, hoy son o fueron parte del gobierno, como Cabeza de Vaca, Eduardo Valle, Pablo Gómez, Gilberto Guevara Niebla, El Pino, Raul Alvarez Garín.

Es curioso como al estilo de la Película “Las Fuerzas Vivas” de Luis Alcoriza, los que acusaban al gobierno, terminaron trabajando en el, y los ideales que defendían se diluyeron con la juventud y un salario constante.

Conforme pasaron los años, conocí personajes de ambos lados. Hombres que decían haber estado en el Batallón Olimpia, quienes me argumentaron las causas por la que agredieron a los estudiantes y que ellos tenían razón, porque así detuvieron el avance del comunismo en México, profesores y ex estudiantes que repartieron volantes para impulsaron la marcha silenciosa.

Después del 68 y del Halconazo del 71, ser estudiante para algunos era como ser delincuente, quizá por las guerrillas y grupos porriles que con o sin justificación proliferaron como la Liga 23 de septiembre, la FEG y la FER de Guadalajara y los claustros universitarios de donde años después surgió el Subcomandante Marcos, para Chiapas.

Los años 60s fueron proclives en manifestaciones estudiantiles en el mundo, recordamos a Francia, entre mayo y junio del 68, después Argentina, Suiza, Alemania, España y Estados Unidos, entre otros.

Argumentos para justificar la violencia, hubo muchos. Francis Sheaffer, fundador de Le Abri, en Suiza, creía que los jóvenes protestaban contra las guerras, porque querían paz en una sociedad de plástico. Los jóvenes franceses se manifestaron contra la sociedad de consumo, Estados Unidos, contra la guerra de Vietnam y en Praga, Checoslovaquia por la libertad.

La mayoría recibió, lo contrario de lo que pedía, en Norteamérica, asesinaron a Robert Kenedy, por buscar la paz en Vietnam, Checoslovaquia, aun vivió años difíciles antes de dejar el socialismo Ruso y México quedó marcado con la Matanza de Tlatelolco.

Lo triste es, que, a pesar de estos hechos, la humanidad aun no aprende a vivir en paz y compartir con amor, sin abusos.

Pedro_gomez77@hotmail.com

Licenciado en Comunicación por la UAEM

Maestrando en Periodismo Político por la Carlos Septién