/ sábado 7 de agosto de 2021

Vox Populi | La caída del bienestar comenzó en 2019 

De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la política social (CONEVAL) , poco menos de 1 de cada 2 mexicanos se cataloga en la pobreza. Esta proporción se ha mantenido durante las últimas décadas con un patrón de comportamiento marginal a la baja del año 2000 a la fecha. Sin embargo cuando se han presentado crisis o recesiones económicas como la del 1994-95, del 2008, y recientemente la acontecida durante la pandemia del coronavirus en 2020, se registran aumentos del porcentaje de la pobreza y la consecuente pérdida de bienestar social para la sociedad en general.

Entre los efectos de las crisis se encuentra principalmente la perdida de empleos, y la consecuente caída en indicadores de bienestar en salud, alimentación, educación, vivienda. Incluso los indicadores de seguridad pública pueden registrar aumentos como consecuencia de las crisis económicas. Otro efecto, es la ampliación de la población que vive de la economía informal y, como consecuencia se registra una menor recaudación fiscal.

El pasado 5 de agosto, CONEVAL a partir de datos de las encuestas de ingreso y gasto de los hogares (ENIGH), dio a conocer la evolución de la pobreza en el periodo 2018-2020, destacando un aumento en términos relativos de 7.3%, y en números absolutos de 3.8 millones de personas. De esta manera, actualmente se registran 55.7 millones de mexicanos clasificados en pobreza, de los cuales alrededor de 13 millones se encuentran en pobreza extrema.

El Presidente López Obrador ha desestimado los datos de CONEVAL argumentando que el tiene otros datos sobre la pobreza, y justificando que el aumento es consecuencia de la pandemia, sin embargo la caída del bienestar de este peridodo inició en 2019 con la cancelación del Aeropuerto de Texcoco que produjó una pérdida de confianza en la inversión, y un crecimiento de 0% en el primer año de AMLO. La pandemia agudizó la situación, y produjó una pérdida del bienestar social, de la pobreza, y una caída del PIB de 8.5% en el 2020.

El reto es mayúsculo considerando que durante las últimas tres decadas, la economía nacional ha crecido poco menos de 2% en promedio por año, y que los primeros dos años de AMLO resultan pesimos para revertir los históricos rezagos de pobreza que rondan el 50% de la población. En el 2000, Inegi estimaba que 53.7% de los mexicanos registraba pobreza, pues no podía satisfacer sus necesidades de alimentación, salud, educación, vivienda. Para el año 2008 se registró una reducción de la pobreza para ubicarse en 44.4% de la población total. No obstante, luego de la crisis mundial de los alimentos de finales de 2008, el porcentaje subió a 45.5%. Para el año 2015, se redujo el porcentaje de pobreza nuevamente a 43.6%. Los datos del CONEVAL revelan que la pobreza pasó de 41.8% a 43.9% entre 2018 y 2020.

Durante la campaña presidencial pasada, los candidatos a la Presidencia coincidieron en que la economía debería de crecer a tasas superiores al 4% anual para revertir los déficits históricos. La buena noticia, es que las estimaciones de crecimiento de la economía para este año podrían alcanzar el 6%, que sin embargo debe ser matizada por el manejo ideológico de la economía caracterizada por proyectos poco viables económicamente como la refinería de Dos Bocas, y la recuperación de PEMEX, por supuesto a costa de dinero público.


De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la política social (CONEVAL) , poco menos de 1 de cada 2 mexicanos se cataloga en la pobreza. Esta proporción se ha mantenido durante las últimas décadas con un patrón de comportamiento marginal a la baja del año 2000 a la fecha. Sin embargo cuando se han presentado crisis o recesiones económicas como la del 1994-95, del 2008, y recientemente la acontecida durante la pandemia del coronavirus en 2020, se registran aumentos del porcentaje de la pobreza y la consecuente pérdida de bienestar social para la sociedad en general.

Entre los efectos de las crisis se encuentra principalmente la perdida de empleos, y la consecuente caída en indicadores de bienestar en salud, alimentación, educación, vivienda. Incluso los indicadores de seguridad pública pueden registrar aumentos como consecuencia de las crisis económicas. Otro efecto, es la ampliación de la población que vive de la economía informal y, como consecuencia se registra una menor recaudación fiscal.

El pasado 5 de agosto, CONEVAL a partir de datos de las encuestas de ingreso y gasto de los hogares (ENIGH), dio a conocer la evolución de la pobreza en el periodo 2018-2020, destacando un aumento en términos relativos de 7.3%, y en números absolutos de 3.8 millones de personas. De esta manera, actualmente se registran 55.7 millones de mexicanos clasificados en pobreza, de los cuales alrededor de 13 millones se encuentran en pobreza extrema.

El Presidente López Obrador ha desestimado los datos de CONEVAL argumentando que el tiene otros datos sobre la pobreza, y justificando que el aumento es consecuencia de la pandemia, sin embargo la caída del bienestar de este peridodo inició en 2019 con la cancelación del Aeropuerto de Texcoco que produjó una pérdida de confianza en la inversión, y un crecimiento de 0% en el primer año de AMLO. La pandemia agudizó la situación, y produjó una pérdida del bienestar social, de la pobreza, y una caída del PIB de 8.5% en el 2020.

El reto es mayúsculo considerando que durante las últimas tres decadas, la economía nacional ha crecido poco menos de 2% en promedio por año, y que los primeros dos años de AMLO resultan pesimos para revertir los históricos rezagos de pobreza que rondan el 50% de la población. En el 2000, Inegi estimaba que 53.7% de los mexicanos registraba pobreza, pues no podía satisfacer sus necesidades de alimentación, salud, educación, vivienda. Para el año 2008 se registró una reducción de la pobreza para ubicarse en 44.4% de la población total. No obstante, luego de la crisis mundial de los alimentos de finales de 2008, el porcentaje subió a 45.5%. Para el año 2015, se redujo el porcentaje de pobreza nuevamente a 43.6%. Los datos del CONEVAL revelan que la pobreza pasó de 41.8% a 43.9% entre 2018 y 2020.

Durante la campaña presidencial pasada, los candidatos a la Presidencia coincidieron en que la economía debería de crecer a tasas superiores al 4% anual para revertir los déficits históricos. La buena noticia, es que las estimaciones de crecimiento de la economía para este año podrían alcanzar el 6%, que sin embargo debe ser matizada por el manejo ideológico de la economía caracterizada por proyectos poco viables económicamente como la refinería de Dos Bocas, y la recuperación de PEMEX, por supuesto a costa de dinero público.