/ sábado 9 de julio de 2022

Vox Populi | La sucesión en el Estado de México

La sucesión el poder político implica mecanismos y reglas formales e informales que varían según el contexto institucional. En la época de partido hegemónico, los aspirantes se mantenían en bajo perfil bajo el juego de que “el que se mueve no sale en la foto”. El Presidente fungía como el gran elector, y destapaba a su sucesor. Posterior al Quinto informe de gobierno, el juego sucesorio se daba en la opinión pública para buscar legitimidad. Esta dinámica se repetía a nivel estatal con matices importantes, pues en ocasiones el Presidente imponía Gobernadores, y en otras, estos, determinaban a su sucesor.

La democracia y la pluralidad cambio las reglas del juego, empujando a jugar cada vez más en la opinión pública, y fuera del sistema. La necesidad de legitimidad y credibilidad, abrió los procesos de selección interna bajo formatos diversos. Una de las interrogantes del actual proceso de Gobernador en el Estado de México es observar como se desarrollará la selección de los candidatos de las diversas fuerzas políticas o coaliciones electorales. Las opciones pueden ser pasarelas, encuestas, consultas a la base militante, simpatizante y en población abierta.

Una de las características del actual juego sucesorio, es un Presidente permanentemente activo, el dominio de la narrativa presidencial sobre la de los Gobernadores, así como el avance de Morena en los estados, pues en tan solo 4 años, pasó a gobernar más de 20 de las 31 entidades federativas.

De acuerdo a diversas encuestas como la del Financiero y Parámetro (www.parametro.com.mx), Morena aventaja en una proporción de 2 a 1 a su más cercano perseguidor que es el PRI, histórico partido gobernante del Estado de México. Como coalición electoral en alianza con PT y PV, Morena tiene una ventaja de entre 5 y 9 puntos sobre la coalición PAN-PRI-PRD.

El partido del Presidente ya anunció el formato para elegir a su candidato al Gobierno del estado de México, en tanto que las reglas formales del juego sucesorio del PRI y PAN aún no se definen.

A mediados del mes de septiembre, el gobernador rendirá su 5o informe de gobierno, y surge la pregunta, de cuales serán las reglas formales para elegir al candidato del PRI, y eventualmente de una alianza con PAN y PRD, pues está parece ser la única posibilidad de ser competitivos, apostando por un escenario de triunfo cerrado como el que logró la alianza va por México en 2021. La necesidad de revertir la desventaja puede ser clave para definir el formato pudiendo ser una encuesta, una pasarela, una consulta a la base o a población abierta. La búsqueda del mejor perfil, el genero y la operación política que garantice unidad es clave.

Se anticipa una guerra de narrativas que polarizarán y endurecerán las posturas de ambos bandos. Unos convocarán a castigar al gobierno federal, y los otros, a los partidos tradicionales como PRI, PAN.

La posibilidad de la alternancia política en el Estado de México es alta, pues de acuerdo a la encuesta de Parámetro, casi 8 de cada 10 (78%) apoyan el cambio de partido en el gobierno del estado, y el rechazo partidista más alto es contra el PRI seguido cercanamente de Morena. Habrá que ver como se comporta el electorado que es al mismo tiempo antipriista, pero también antimorenista, y que en una elección cerrada, puede ser el fiel de la balanza.


La sucesión el poder político implica mecanismos y reglas formales e informales que varían según el contexto institucional. En la época de partido hegemónico, los aspirantes se mantenían en bajo perfil bajo el juego de que “el que se mueve no sale en la foto”. El Presidente fungía como el gran elector, y destapaba a su sucesor. Posterior al Quinto informe de gobierno, el juego sucesorio se daba en la opinión pública para buscar legitimidad. Esta dinámica se repetía a nivel estatal con matices importantes, pues en ocasiones el Presidente imponía Gobernadores, y en otras, estos, determinaban a su sucesor.

La democracia y la pluralidad cambio las reglas del juego, empujando a jugar cada vez más en la opinión pública, y fuera del sistema. La necesidad de legitimidad y credibilidad, abrió los procesos de selección interna bajo formatos diversos. Una de las interrogantes del actual proceso de Gobernador en el Estado de México es observar como se desarrollará la selección de los candidatos de las diversas fuerzas políticas o coaliciones electorales. Las opciones pueden ser pasarelas, encuestas, consultas a la base militante, simpatizante y en población abierta.

Una de las características del actual juego sucesorio, es un Presidente permanentemente activo, el dominio de la narrativa presidencial sobre la de los Gobernadores, así como el avance de Morena en los estados, pues en tan solo 4 años, pasó a gobernar más de 20 de las 31 entidades federativas.

De acuerdo a diversas encuestas como la del Financiero y Parámetro (www.parametro.com.mx), Morena aventaja en una proporción de 2 a 1 a su más cercano perseguidor que es el PRI, histórico partido gobernante del Estado de México. Como coalición electoral en alianza con PT y PV, Morena tiene una ventaja de entre 5 y 9 puntos sobre la coalición PAN-PRI-PRD.

El partido del Presidente ya anunció el formato para elegir a su candidato al Gobierno del estado de México, en tanto que las reglas formales del juego sucesorio del PRI y PAN aún no se definen.

A mediados del mes de septiembre, el gobernador rendirá su 5o informe de gobierno, y surge la pregunta, de cuales serán las reglas formales para elegir al candidato del PRI, y eventualmente de una alianza con PAN y PRD, pues está parece ser la única posibilidad de ser competitivos, apostando por un escenario de triunfo cerrado como el que logró la alianza va por México en 2021. La necesidad de revertir la desventaja puede ser clave para definir el formato pudiendo ser una encuesta, una pasarela, una consulta a la base o a población abierta. La búsqueda del mejor perfil, el genero y la operación política que garantice unidad es clave.

Se anticipa una guerra de narrativas que polarizarán y endurecerán las posturas de ambos bandos. Unos convocarán a castigar al gobierno federal, y los otros, a los partidos tradicionales como PRI, PAN.

La posibilidad de la alternancia política en el Estado de México es alta, pues de acuerdo a la encuesta de Parámetro, casi 8 de cada 10 (78%) apoyan el cambio de partido en el gobierno del estado, y el rechazo partidista más alto es contra el PRI seguido cercanamente de Morena. Habrá que ver como se comporta el electorado que es al mismo tiempo antipriista, pero también antimorenista, y que en una elección cerrada, puede ser el fiel de la balanza.