Además, es una zona importante de hallazgos arqueológicos de los asentamientos matlatzincas que se dieron en la capital mexiquense.
En este cerro se han encontrado aproximadamente cinco mil fragmentos de tepalcates de cerámica y piedra, que en conjunto suman cerca de 300 piezas casi completas y completas, pertenecientes a la cultura matlatzinca.
Las piezas fueron desenterradas desde el año 1999 a la fecha en múltiples excavaciones emprendidas por universitarios, investigadores y autoridades estatales y municipales.
De acuerdo con la codirectora del proyecto de investigación arqueológico y profesora de la licenciatura en Arqueología del Centro Universitario Tenancingo de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Rosa Guadalupe de la Peña Virchez, los vestigios del cerro del Toloche son importantes debido a que forman parte de la identidad de Toluca.
“Todo lo que llamamos matlatzinca o matlatzinco se extendió en todo lo que es el valle de Toluca, y el lugar principal de este gran asentamiento fue el cerro del Toloche.
"Siempre ha habido un interés por tener esa parte esencial de la historia, saber de dónde venimos, cuál es el origen del valle de Toluca y los asentamientos en la época prehispánica”, destacó la investigadora.
Entre los principales hallazgos realizados en el cerro del Toloche destacan ofrendas, piezas de cerámica (alrededor de 250 piezas casi completas), objetos de obsidiana, metal y piedra.
“Ahorita estamos agrupando todo ese material para tener un informe de todo lo que es este asentamiento, hemos encontrado material del año 500 A.C., lo que nosotros llamamos preclásico, es decir, el lugar tiene una continuidad histórica, pero ya los matlatzincas son posteriores y están considerados hacia el año 900 de nuestra era y hasta la llegada de los españoles en 1521, o un poco antes”, comentó la académica.
Actualmente todas las piezas encontradas en el cerro del Toloche, mismas que están en restauración, se encuentran resguardadas en la Dirección de Museos de la UAEM, así como en el Centro Universitario de Tenancingo.
“Cuando la gente conoce lo que tiene, hay más respeto hacia eso que tenemos, esto nos ayuda mucho a entender ese pasado para poderlo respetar, ojalá la ciudadanía nos ayude a conservar el sitio, porque también depende de nuestra sociedad el resguardo de nuestro patrimonio”, subrayó De la Peña Virchez.
Pandemia
Pese a que la pandemia de Covid-19 frenó los trabajos de excavaciones en el cerro del Toloche, no detuvo el registro de las piezas localizadas y restauradas.
“Nosotros ya teníamos muchísimo material arqueológico, estuvimos fuera de las excavaciones, pero se hizo trabajo de registro ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y trabajamos en investigación bibliográfica.
"Sí afecta porque no se contó con un laboratorio de análisis para que los chicos pudieran trabajar, sin embargo, eso no nos frenó en nuestro estudio”, indicó De la Peña Virchez.
Los registros oficiales serán dados a conocer por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hasta que el inventario sea concluido.
Regresarán las excavaciones
De acuerdo con la académica universitaria, se trabaja en un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Toluca para impulsar nuevamente las excavaciones en el emblemático lugar y asegurar su seguimiento hasta el 2024.
De la Peña Virchez informó que con este convenio de colaboración que también es impulsado por el arqueólogo Ricardo Jaramillo Luque, la primera excavación se realizaría en los meses de junio y julio, y la segunda se prevé en noviembre y diciembre.
“Estamos reuniendo todos nuestros esfuerzos para poder continuar con el proyecto, y al parecer tanto el municipio y lógicamente con nuestra universidad se está armando un convenio de colaboración para poder continuar con este trabajo”, expresó la académica de la UAEM, quien subrayó que los trabajos de excavación y registro arqueológico lo realizan los docentes y alumnos de la licenciatura en Arqueología.
En el proyecto de investigación no sólo participan estudiantes de la licenciatura de Arqueología del Centro Universitario Tenancingo de la UAEM, sino también de Geografía, Antropología, Historia y Arquitectura.
Para los trabajos de excavación se prevé la participación de 20 alumnos, en tanto que los trabajos de limpieza y preparación de la zona, previo a las excavaciones, se realizan por cinco alumnos dirigidos por el arqueólogo Ricardo Jaramillo.
“Es un proyecto abierto de la universidad y han estado colaborando con nosotros los alumnos de Geografía, también los de las facultades de Antropología, Historia, Arquitectura; es un proyecto multidisciplinario gracias a la intervención de la universidad", finalizó.
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