Fueron seis días de intensas competencias en la décima cuarta edición del Abierto de Parapente Monarca en Valle de Bravo, evento que superó expectativas al reunir por primera vez a 150 pilotos provenientes de 23 países.
El certamen que se realizó del 15 al 20 de enero tuvo los despegues en el Peñón de Temascaltepec, donde los deportistas principalmente de Estados Unidos, Noruega, Argentina, Brasil, Suecia, Venezuela, Corea del Sur, Canadá, Filipinas, Alemania, España, Gran Bretaña y la sede (con 24 pilotos), tuvieron un buen desempeño gracias a las buenas condiciones del viento.
“Muy contentos porque hubo cupo lleno, se voló increíblemente por las condiciones que nos favorecieron en todo momento, rompimos algunos récords porque el jueves llegaron 97 a la meta y el viernes 112 que es un número considerable, las pruebas superaron los 75 kilómetros ya que en algunos días llegamos casi a los 100”, detalló Miguel Gutiérrez, director general del evento.
En cuanto al desempeño de los representantes nacionales, destacaron Manuel Quintanilla y Emmanuel Guadarrama, ambos de Valle de Bravo, pero también a Piero Gavinelli, mientras que por las damas participaron 14 donde lideró una norteamericana, mientras que Patricia García de Letona fue la mejor representante local.
De los exponentes internacionales Alejandro Loyarte de España, Matthew Beechinor y Nate Scales de Estados Unidos, William Pardis de Filipinas y Marko Hrgetic de Croacia.
De las principales diferencias en relación a las ediciones anteriores, Miguel Rodríguez resaltó primero que nada la cantidad de pilotos que se registraron, hubo 50 en lista de espera, así como representantes de países que no habían participado como de Islas Vírgenes, Corea del Sur, Filipinas.
El mayor contingente fue de Estados Unidos y Noruega con más de 30 competidores, pero en general la comunidad deportiva manifestó su satisfacción por la logística y el nivel competitivo de la justa.
A lo largo de las 14 ediciones el comité organizador ha adquirido más experiencia para tener un buen evento y el gobierno del estado apoya con el sistema de rescate del SUEM conformado por 12 paramédicos, ambulancias, los helicópteros relámpago y la policía estatal.
“Lo mejor fue el saldo blanco, todos los pilotos llevan un paracaídas de reserva, se utilizaron en total seis, lo único es que se registró una fractura de tobillo pero considerando la cantidad de pilotos, días y kilómetros que se volaron terminamos con un saldo limpio”, concluyó Miguel Gutiérrez.
