Tanto el ala delta como el parapente han tenido una rápida evolución tecnológica utilizando como base la aerodinámica, esto permite hacer más ligeros y resistentes los materiales con el objetivo de lograr más tiempo de vuelo libre.
Sin embargo, tener todo el equipo necesario, los cursos (10 mil pesos para un total de 100 horas) y los instrumentos de vuelo para su práctica a nivel profesional requiere una inversión que puede superar los 150 mil pesos.
Los primeros parapentes eran más como paracaídas y después surgieron las marcas que se dedicaron de lleno a desarrollar una mejor tecnología, el de nivel A tiene un costo promedio de 60 mil pesos y una duración de 5 años, pero los de competencias están en el nivel D que llegan a los 100 mil pesos, el perfil del ala es muy delgada, las líneas finas y el arnés donde está el piloto con todas las exigencias de la aerodinámica.
“Mi parapente (nivel A) cubre el requisito principal de ofrecer resistencia al viento, utiliza un material especial, los hilos o líneas de carga que me sostienen están fabricados con kevlar con lo que hacen los chalecos antibalas y forrados con nylon, el peso promedio de todo el equipo es de 15 kilogramos”, señaló Raunel Peña, pionero de este deporte en el municipio de Luvianos.
En el ala delta también la inversión inicial es considerable, tomando en cuenta que uno nuevo puede alcanzar un precio de hasta 5 mil dólares (99 mil 400 pesos), sin embargo, en el arranque incluye el precio del curso, las prácticas y radiolocalizadores.
La estructura tiene un peso que ronda los 32 kilogramos, sus dimensiones vienen a ser de unos 10 metros de envergadura, distancia de un extremo de un ala al extremo de la otra y de unos 4 metros desde el morro hasta el extremo trasero de la quilla.
La superficie alar puede ir de los 10 m² a los 21 m²; para vuelos de tándem (piloto y pasajero) las velas son más grandes, las más pequeñas las usan los pilotos de muy poco peso o de competición.
Los materiales utilizados son aluminio o titanio para la estructura principal, la tela suele estar fabricada de poliéster impregnada de resina, así como componentes laminados que son menos elásticos y mantienen mejor la forma del ala para alcanzar velocidades hasta de 100 k/h.
Los mecanismos que equipan un aeronave y que permiten al piloto una operación en condiciones seguras se conocen como instrumentos de vuelo, con lo cual se puede tener precisión en la ubicación con el GPS (Sistema de Posicionamiento Global, por sus siglas en inglés), velocidad vertical, presión atmosférica, velocidad del viento, la altura y un sistema de comunicación entre los pilotos.
Entre los dispositivos destacan la emisora de radio, altímetro, barómetro (que mide la relación entre presión y altitud), brújula y el variómetro o indicador de velocidad vertical.
“Muchos de estos instrumentos están como app para los teléfonos celulares, la aplicación utiliza los sensores del móvil para dar la información del vuelo, con esto después de un tiempo en el aire veo rápidamente en la pequeña pantalla que tanto he avanzado, la altura en que me encuentro, aprovecho las corrientes de aire para seguir ascendiendo”, señaló Raunel Peña.
No obstante los pilotos profesionales que participan en eventos internacionales y mundiales si deberán gastar en dispositivos de navegación además del celular, para contar con algunos de los más recientes hay que considerar una inversión de 2 mil euros.
