Los riñones no sólo tienen la función de eliminar los desperdicios de la sangre y el exceso de agua sino que ayudan a mantener el equilibrio de sustancias químicas como el sodio, calcio y potasio. Aunado a esto, también elaboran hormonas que controlan la presión arterial y estimulan la médula ósea para que produzca glóbulos rojos.
Pese a su importancia, existen ciertos hábitos que pueden dañarlos y ocasionar una insuficiencia renal la cual, con el paso del tiempo, requerirá de un tratamiento de diálisis o un trasplante.
Practicas más dañinas
Entre los hábitos que más dañan a los riñones están el no tomar agua, lo cual es indispensable para que puedan eliminar los desechos en forma de orina, así como mantener los vasos sanguíneos abiertos para que la sangre viaje a estos órganos y dar los nutrientes esenciales.
Consumir azúcar en exceso también es perjudicial debido a que puede dañar los vasos sanguíneos, causar cálculos renales, aumentar el fósforo en la sangre el cual puede perjudicar la función de los riñones.
Estar sentado mucho tiempo también afecta a estos órganos por lo que se recomienda una vida más activa para tener una presión arterial más estable.
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Consumir demasiado sodio es otro mal hábito ya que aumenta la presión arterial y puede ocasionar insuficiencia renal.
Otro hábito dañino es el de consumir mucho alcohol lo que puede llevar a desarrollar una enfermedad renal crónica, así como fumar ya que lleva a tener proteínas en la orina y con ello el riesgo renal, así como aguantar las ganas de orinar lo que aumenta el estrés en ciertas partes de los riñones y generar complicaciones en las vías urinarias.