Para disminuir el pago del consumo de energía eléctrica en el hogar muchas personas utilizan los llamados “diablitos”, que se usan para alterar los registros en los medidores de luz de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), con la intención de que marque menos de lo que se está consumiendo.
De acuerdo con la CFE, las entidades del país donde más se roba luz son: Estado de México, Ciudad de México, Tamaulipas y Veracruz.
Los “diablitos” son elaborados con madera, cartón, láminas, entre otros materiales y se colocan dentro de la caja de fusibles con el fin de alterar la lectura que realiza el medidor sobre el consumo de energía eléctrica.
No obstante al ser un delito federal alcanza castigos severos, al momento en que descubre el “diablito” en la instalación eléctrica, la CFE corta de manera inmediata el suministro, cobra el consumo y toma las acciones legales.
Las sanciones están establecidas en el artículo 368 del Código Penal Federal que establece que cuando un usuario altera los equipos por los cuales recibe el suministro eléctrico o manipula las instalaciones de la compañía para apoderarse de manera ilícita del servicio, cumplirá de 3 a 10 años de prisión, además deberá pagar hasta mil días de salario mínimo como multa.
La CFE recomienda no instalar estos aparatos en los medidores, porque más allá de las sanciones es una práctica peligrosa debido a que pueden provocar incendios por cortocircuitos, a esto se suma que las variaciones continuas de voltaje pueden dañar los aparatos electrodomésticos.
Los “diablitos” son el método más común para robar la energía eléctrica en México.