Toluca, México.- El costo del gas comercial ha llegado a precios históricos en el Estado de México, pues de enero a septiembre ha subido entre 150 a 200 pesos el cilindro de 30 litros, según consultadas hechas en páginas de precios sobre el combustible y sondeos con usuarios.

Mientras que en enero de este año, el cilindro de 30 kilos, que es el de mayor uso entre las familias, valía entre 440 a 450 pesos, actualmente se llena en 650 pesos en promedio, según las consultadas hechas.

Normalmente llenamos el tanque en quinientos cincuenta y a principios de año, lo hacíamos con cuatros cincuenta pesos. Isabel Contreras, ama de casa de Toluca.

Precios por kilo y litro

En una consulta hecha en la página de la Comisión Reguladora de Energía del Gobierno federal, en la que se puede acceder a los precios por municipios y localidades, se buscó los costos por litro en el caso de los tanques estacionarios y el costo por kilo, en el caso de los cilindros de venta al público en general.

El desglose de precios indica que actualmente, el costo promedio del litro de gas para tanques estacionarios en los municipios de Toluca y Metepec, es 10.34 pesos, el más económico, y 12.11 pesos, el precio más alto.

Mientras que en el caso de los costos por kilo de los cilindros comerciales, de 10, 20, 30 y 45 kilos, el precio más bajo es 18.80 pesos, y el de precio más elevado es de 21.85 pesos por kilo.

Es decir que para llenar un tanque estacionario de 46 litros, con el precio más alto en este tipo de cilindros (12.11 pesos), se desembolsan 557.06 pesos. Este gasto es el que normalmente hace un negocio en una semana.

Para el caso de los cilindros domésticos, para poder llenar un tanque de 30 kilos, con el precio más elevado en el mercado (21.85 pesos), una familia desembolsa 655.5 pesos para poder surtirse.

El negocio de las pipas

El proceso para calcular el suministro y venta del gas mediante pipas (cubicar), es aprovechado por las empresas distribuidoras para quitar litros a los usuarios sin que se percaten.

Este procedimiento, que consiste básicamente en calibrar los medidores de las mangueras, es constantemente alterado por los gaseros, como ocurre con las bombas en las gasolineras.

De esta forma, si la compra es de 45 litros, sin que el cliente se percate se le suministra 40 litros, según la explicación otorgada por empleados de gaseras consultados.

Este tipo de robo es común, sobre todo en la distribución hecha por pipas a negocios o consumidores que usan tanques estacionarios.