El complicado mercado interno que prevalece en el país, propiciará mayor incertidumbre para los empresarios agremiados a la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores en el Estado de México (Amdamex), tanto en el parámetro de confianza, como en otros indicadores que tienen implicaciones directas en este mercado.
Al respecto, María de los Ángeles Arriaga de Quiroz, presidenta del organismo, consideró que es relevante anticiparse para enfrentar un entorno doméstico que se prevé complejo, así como condiciones internacionales difíciles no solo en los ámbitos político y social, sino también en la industria por la caída en las ventas de automóviles ligeros en Estados Unidos.
Sin duda, enfrentaremos retos y circunstancias negativas en los próximos meses.Presidenta de AMDA en la entidad.
A pesar de lo anterior, sostuvo que los distribuidores de automóviles “somos empresarios comprometidos con el país que generamos empleos y pagamos impuestos además de contribuir al crecimiento y desarrollo de México”.
Asimismo, aseguró que el servicio, la atención y el nivel de satisfacción de sus clientes representan una prioridad para este sector, ya que también les permitirá sobresalir en un mercado tan competido como el mexicano.
Bajó colocación de autos nuevos
En el primer semestre de 2019 se colocaron en México 638 mil 597 automóviles nuevos, el volumen más bajo para un periodo similar en los últimos cuatro años, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Dicha cantidad de vehículos es 6.4% menor a lo registrado en el mismo lapso de 2018, una variación negativa menor a la registrada el año pasado, cuando la comercialización de unidades cayó 8.4 por ciento anual en el primer semestre de 2018.
Por su parte, especialistas en este sector prevén que el mercado podría tener un mejor panorama hasta el próximo año, porque se habrán normalizado algunos cambios en la economía del país y vendrá un proceso de renovación de autos.
Panorama poco alentador
La economía mexicana parece no dar señales de recuperación, y cada vez más economistas revisan sus pronósticos de crecimiento por debajo del 1%.
De esta forma, en el primer semestre del año el consumo privado, uno de los principales motores de la economía, tuvo su peor desempeño anual desde 2009, cuando se vivían los estragos de la gran recesión, según datos del Inegi.
