Comerciantes de carne de pollo de los municipios de la zona nororiente del Valle de México aseguran que el incremento al precio se debe a la inflación y a la influenza aviar (AH5N1).
De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la carne de pollo, considerada como uno de los principales alimentos de la canasta básica de los mexicanos, se ha encarecido más del 15% en lo que va del año.
Sergio “N”, quien junto a sus hermanos es propietario de 10 pollerías ubicadas en Ecatepec, Tecámac y Texcoco, en entrevista indicó que fue en el mes de agosto de este año cuando el kilo de pollo subió.
Refirió que los productores les indicaron que se debía a la inflación por la que atraviesa no solo México, sino el mundo, principalmente por el conflicto bélico en Ucrania. Sin embargo este no fue el único motivo; también se debió a la influenza aviar.
"Por el riesgo de que los pollos se infectaran y murieran pronto, los productores aumentaron el precio del kilo de pollo vivo que ya había aumentado por la inflación. Por una posible escasez del producto se disparó de nueva cuenta el costo", dijo el comerciante.
Recordó que en agosto pasado el kilo de pollo entero para la venta al público estaba entre 35 y 37 pesos; ahora está en 52, es decir, aumentó entre 15 y 16 pesos. El kilo de pechuga se ofrecía entre 68 y 70 pesos ahora ronda entre los 83 y 86. La pierna con muslo se vendía en 38 y 40 pesos con el incremento, se vende entre 55 y 56.
“Nosotros ofrecemos dos kilos de pierna con muslo por 100 pesos para asegurar la venta y no se quede nada. En esta semana, ha habido una reducción de entre 1.50 y 3.00 pesos”, dijo el comerciante.
Sergio señaló que en algunas tiendas de autoservicio y algunas pollerías el costo del kilo de pechuga oscilaba hasta los 160 pesos, principalmente septiembre y octubre.
El pasado viernes 14 de octubre, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México confirmó el primer caso de la influenza aviar (AH5N1), se trató de de un Halcón Gerifalte que se alimentaba de otras aves de caza en la cuenca del río Lerma en el Estado de México, que finalmente murió.
La dependencia recalcó en que en este momento no existen más casos sospechosos e hizo un exhorto a las unidades de producción avícola comercial y de traspatio a que eleven las medidas de bioseguridad en sus granjas, sobre todo en aves.
