El albergue "Hermanos en el Camino", ubicado en Pilares, Metepec, espera recibir otros cinco migrantes en un par de días. Otros 30 más hasta diciembre de este año. Pero no ayuda y es lo que preocupa a Armando Vilchis, el fundador de este refugio de hondureños, salvadoreños y venezolanos que están estancandos aquí, en el centro del país.
"Estamos abandonados, usted puede ver, ya no nos han llegado las despensas y la Comisión de Derechos Humanos, pues no contamos con ella", reprocha el fundador del refugio, mientras conversa sentando en una silla instalada en lo que es el pasillo del albergue y de fondo, un grupo de migrantes.
Actualmente en el albergue "Hermanos en el Camino" se refugian 40 migrantes pero quizás el próximo mes le den hospedaje a unos 30 venezolanos que están atrapados en sus trámites migratorios.
Hay espacio, pero no hay servicios suficientes como luz, agua y gas. Y eso le preocupa a don Armando, porque sale de sus bolsillos.
"Casi todo nosotros lo ponemos, es poco con lo que nos ayuda el gobierno, sí gestionamos pero esto no es ningún negocio, es por ayuda social", precisa el voluntario.
Hasta hace un mes tenían refugiados a unos 25 menores de edad, pero este viernes solo quedan dos. Dice el activista que se fueron cuando se abrieron las fronteras de Estados Unidos para poder cruzar.
"Hay muchos que solo van de paso, se abrió el mes pasado la frontera y se fueron todos, teníamos muchos niños, pero luego la cerraron y volvieron a llegar más (migrantes)", explica.
El albergue "Hermanos en el Camino" tiene nueve años abierto a los migrantes, su capacidad es para unas 80 personas pero en ocasiones sobrepasan su capacidad.
"En fin de año llegan muchos a pedir refugio, y aquí los recibimos, les tendemos unas cobijas en el piso y ahí se quedan", dice don Armando.
Según sus cálculos, el 25 por ciento de los migrantes centroamericanos que reciben solo van de paso a la frontera norte, pero el resto se queda y son por quienes deben solicitar de forma permanente ayuda.
"Hay muchos migrantes que están en las calles, no los podemos contar pero al menos aquí, los que reciben nuestro techo, están fuera de peligro", afirma don Armando Vilchis.
Entre los meses de diciembre y enero el número de migrantes en el refugio aumentará hasta unos 80. Ellos se quedarán hasta enero y luego seguirán su camino a la frontera norte, dice.