“A ellos también les ofrendan”, explica Rosario, artesana de alfeñique que expandió su mercado a otros dulces en forma de mascotas y animales de granja.
Aunque en menor cantidad, las figuras de perritos, gatitos y cerditos también adornan con el mismo olor los puestos de los Portales de Toluca. Y son un manjar, dice Rosario.
Los hago porque hay mucha gente que los pide, por el amor a sus mascotas.
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De acuerdo con la tradición, cada 27 de octubre en los hogares mexicanos se instalan las ofrendas a las mascotas. Se deben colocar a nivel de piso, con agua, comida, sus juguetes y alguna fotografía de ellos e incluso de sus cuidadores.
“Es también una tradición, yo compro cada año alfeñique para ponerle a mi perrito 'Benito', 'Percy' y 'Vina', es una forma de demostrarles mi amor”, explica Wendy, quien acudió a la feria del Alfeñique por sus piezas de dulce.
Desde el año pasado en la Feria del Alfeñique de Toluca, los dulces en forma de mascota han sido más solicitados, explica Alfredo.
“Tenemos muchas variedades, para el gusto de las personas, también animalitos de granja, para quien guste ponerlos en sus ofrendas”, comentó el artesano toluqueño.
Las figuras son diminutas, tienen diferentes formas, van vestidas con pasta morada, verde o azul. Algunos pareciera que son casi reales. Unos son copiados de la película Coco de Pixar.
No solo se hacen de dulce, también de barro, para coleccionar.
El color es lo que sobresale de todo ese arte. Pero su pieza principal es el color blanco del azúcar de alfeñique. De allí nacen el resto de decoraciones. Hay perritos en sus huesos, con sombreros tipo bombín y mascando una hojaldra. También los vestidos con corazones y moños de colores.
“Son modelos que cada uno crea, ese es el detalle del alfeñique”, aseguran los artesanos.
La inspiración es el cariño por las mascotas. De allí todo surge y revolotea en gatitos que uno no quisiera comerse.
El alfeñique de las mascotas es otro de los atractivos del Festival que se instala cada año en los Portales toluqueños.
