El primer grupo de aves silvestres que emigran al estado de México, fueron avistados en la laguna de Tlachaloya, al norte de Toluca
Esta especie de aves solo migran en el invierno y eligen la capital mexiquense para su descanso y alimentación. También se espera que arriben a la laguna de San Pablo Autopan y al Parque Sierra Morelos, donde han emigrado en otros años.
Se trata de un grupo amplio que fue avistado por vecinos de la zona, quienes luego de otras temporadas, ahora ya los protegen. Es el pelícano americano, el cual se queda en aguas del estado de México hasta el mes de marzo, cuando comienzan a emigrar de nuevo.
Dicho espectáculo de las aves es visitado por cientos de turistas, quienes acuden a apreciarlos y tomarles fotos. En otros años, se han visto en la laguna del Bordo de San Pablo Autopan, ubicada en la carretera Toluca-Palmillas.
A esta laguna de le considera el santuario de los pelícanos por la gran cantidad de aves que llegan. Asimismo, en la laguna del parque Sierra Morelos, donde también hay abundancia de peces y las aves los aprovechan.
Otro punto de emigración es la presa Arzate en Almoloya de Juárez, donde estas aves llegan por docenas.
La Procuraduría de Protección al Ambiente del estado de México, recomienda que en caso de acudir a admirar a estas aves, se debe hacer a cierta distancia, sin molestarlas.
La PROPAEM en otros años ha formado brigadas, al igual que asociaciones civiles, para evitar que los lugareños y visitantes molesten a las aves, pues incluso se ha llegado a denunciar la caza inmoderada.
La laguna de Tlachaloya Primera Sección, es el primer punto de donde se han visto estás aves, aunque se espera que en las siguientes semanas, también puedan ser apreciados en otras lagunas y presas.
Cabe destacar que además de los pelícanos, también se ha llegado a observar la llegada de flamencos.
En caso de acudir a visitar estos santuarios, se recomienda solo observar a la distancia sin ingresar al agua, para evitar que las aves se estresen.
Pues se ha denunciado que en algunos casos las personas llegan a cazar dichas aves, las cuales son especies protegidas y se castiga con cárcel su matanza.