A pesar de que municipios mexiquenses han implementado diversos operativos para prevenir la comisión de delitos en el transporte público, las medidas no han sido suficientes, pues la situación ya rebasó a las autoridades, señalaron operadores, quienes ratificaron que mañana no habrá paro en el transporte público.
Afirmaron que luego de la movilización convocada por la organización de ACME, muchos choferes de combi no creen que las cosas vayan a cambiar.
La seguridad de la policía estatal y las municipales sigue igual en municipios donde existe la mayor incidencia delictiva contra el transporte.
Consideran los trabajadores que el gobierno y las empresas transportistas no saben qué hacer ante el problema de la inseguridad que ya los rebasó.
Varios choferes entrevistados sobre la avenida José López Portillo, una de las más transitadas por el transporte público considera que el problema se trata de un desorden operativo que propicia que las unidades sean vulnerables a este tipo de delitos y conductas antisociales.
Añadieron que esto se debe a que en la entidad mexiquense no ha existido un gobierno con voluntad política para regularizar el transporte concesionado, en cambio el transporte estructurado como el Mexibús no presenta incidencia delictiva por ser un sistema que cuenta con paradas específicas, guardias de seguridad y cámaras de videovigilancia.
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Varios choferes coincidieron en que el robo en transporte público es muy complejo y con diversas aristas, por lo cual los operativos implementados por las autoridades no han sido exitosos.
“Primero hay que aclarar que el derecho de piso no se registra en todo el Estado de México, se han focalizado zonas específicas de alta incidencia delictiva como los municipios de Ecatepec, Coacalco, Tultitlán, Tlalnepantla y Naucalpan”, explicaron los entrevistados.
“El problema es muy difícil de atender porque es mayor el número de asaltantes que quienes cuidan al pasaje. Hacen falta policías encubiertos a bordo del transporte público, vestidos como civiles pero que se encuentren capacitados y listos para actuar en cuanto se detecte un asalto”, explicaron.
Los conductores de las unidades dijeron que de nada sirven los operativos si se detiene al asaltante y el pasajero no acude a denunciar ante el Ministerio Público.
Señalan que el poder legislativo estatal también tiene una gran responsabilidad para legislar en esta materia y que se debe tipificar como grave el robo en el transporte público. “Las autoridades han sido muy laxas, se necesitan penas severas para evitar la comisión del delito o la reincidencia”, señaló un conductor.
Los municipios más inseguros de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana que elaboró el INEGI en abril del año pasado, son: Toluca, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Naucalpan, Tlalnepantla y Atizapán de Zaragoza.