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Artesanos de la zona de Teotihuacán denunciaron que ante el desplome de ventas debido a la contingencia sanitaria por el Covid-19, han cerrado sus talleres.
Agapito Hernández Nieto y Ambrocia Herrera Beltrán, propietarios del taller denominado Itztlitecutli (Gran señor de la Obsidiana), aseguró que en los pueblos de San Francisco Mazapa, San Sebastián y Santa María se encuentran alrededor de 300 talleres familiares dedicados a la elaboración de piezas talladas de obsidiana, barro y vidrio.
Aseguran que estos talleres han tenido que cerrar dejando en el desamparo a más de 800 artesanos que han optado por buscar trabajo en otros lugares como la planta Maseca y algunos en la recolección de hortalizas de la zona como verdolaga y nopal para la venta y consumo.
La pareja, con más de 40 años de experiencia en la elaboración de piezas talladas en obsidiana ofrece sus diseños sobre todo en la Zona Arqueológica de Teotihuacán.
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Agapito Hernández explicó que sus ventas a la semana oscilaban entre 2 mil 500 a 3 mil pesos, además de los pedidos especiales, Ahora, relató, que hay días en que no venden una sola pieza, que la última comprada fue hace dos días, fue de 50 pesos y que ha tenido que ir al campo a recolectar nopales para comer y poder sobrevivir.
“Le digo a mi esposa, voy a buscar trabajo, pero ¿dónde?, hace más de un mes que no vendemos nada, a veces llega un cliente y nos compra un par de aretitos de 30 o 40 pesos, aunque sea para las tortillas, la verdad no las hemos visto muy dura", señaló.
Los artesanos solicitaron al Gobierno del Estado de México que los apoyen para poder sobrevivir mientras pasa la contingencia sanitaria decretada por el Covid-19 y se reactiva de nueva cuenta la economía de la zona y del país.
Finalmente, Agapito Hernández indicó que en la zona Arqueológica de Teotihuacán existen aproximadamente mil 500 personas que portan una credencial del Instituto de Investigación y Fomento Artesanal (IIFAEM) que los acredita como artesanos; sin embargo, al menos la mitad son los verdaderos fabricantes y el resto son ambulantes o intermediarios que les dieron credencial de artesano.
