El desequilibrio ambiental que persiste en las urbes es uno de los principales factores que genera agrietamientos y socavones, mismos que ponen en riesgo a la población y el sano desarrollo de las ciudades, afirmó Natalie Rosales Pérez, profesora-investigadora del Colegio Mexiquense, quien puntualizó que, además de voluntad política, se requiere apostarle a la economía circular, la infraestructura verde y azul, así como la implementación de sistemas de captación agua de lluvia para garantizar la sustentabilidad de las ciudades.
"Para entender lo que está pasando ahora, porque aparecen socavones en distintas partes, hay que remitirnos a un factor que está muy relacionado, que es la disponibilidad y el consumo del agua, hay factores naturales que tienen que ver con la geología relacionado con la composición del suelo, que hace que haya una tendencia de fracturas en el suelo, pero hay otra serie de factores que tienen que ver con estas condiciones sociales y tienen un impacto en su condición", explicó la académica.
En entrevista con El Sol de Toluca, subrayó que existe un importante conflicto entre la disponibilidad y el consumo del agua, lo que ha causado un estrés hídrico en los mantos acuíferos.
- Por si no lo viste | Aparece socavón de más de 10 metros de profundidad en calles de Ecatepec
Esto, dijo, genera un deterioro en la capacidad de regulación y almacenamiento del agua, aunado a que la sobrepoblación y crecimiento acelerado y desmedido en el desarrollo habitacional e industrial en determinadas regiones del Estado, invaden los cauces y zonas de recarga lacustres.
“Se ha generado un desequilibrio hidrológico ambiental, la cantidad de agua que tenemos es menor a la extracción y eso genera un déficit, y esto nos conduce a que la cuenca hidrológica en la que nos encontramos experimente un estrés hídrico del 120 por ciento, este deterioro ha impactado, sobre todo en cuestiones como hundimientos regionales del terreno, lo que da origen a los famosos socavones”, afirmó la entrevistada.
Como ejemplo de lo anterior, la investigadora sostuvo que en la región de Lerma se estima que existen alrededor de cien grietas en el suelo, mismas que se han generado debido a la sobreexplotación de la cuenca del Alto Lerma.
Ciudades esponja
Al ser cuestionada sobre la manera de conseguir un equilibrio en la oferta y demanda del agua y, de alguna manera prevenir la aparición de socavones y grietas, Natalie Rosales mencionó que es momento de adoptar los modelos de las “Ciudades Esponja”.
Estas se caracterizan por un modelo de planificación urbano basado en una infraestructura pensada en la recolección de las aguas pluviales naturales que, al contar con una gestión pensada en la recuperación y aprovechamiento de la misma, permite el control de inundaciones y contribuye en la inyección y filtración de agua al subsuelo.
“Las ciudades esponja contribuyen en la gestión de la demanda de agua y controlan las inundaciones, tenemos que empezar a pensar que este modelo de ciudad ayudará a generar un equilibrio ambiental”, aseguró la investigadora del Colegio Mexiquense.
Por otro lado, mencionó la obligatoriedad que debería aplicar tanto para el sector público, el privado y la población en general, a fin de que tanto en edificios gubernamentales, comercios y viviendas comunes tengan su propio sistema de captación de agua pluvial, lo que reduciría de manera importante la demanda de agua en el día a día, así como la extracción y sobreexplotación en los acuíferos y presas.
Además de implementar una economía circular que permita aprovechar los residuos sólidos, por ejemplo, de tal manera que se requiera menor cantidad de agua para la producción de determinados artículos, como el PET y el vidrio, entre otros.
“Hay programas muy interesantes que se están desarrollando en el país para generar incentivos positivos para la captación de aguas de lluvias, y también para quienes adoptan la infraestructura verde y la azul, necesitamos espacios verdes que nos ayuden a capturar y a generar agua, tenemos que enverdecer las ciudades e incorporar diferentes formas de captación y aprovechamiento de agua”, concluyó.
