Toluca, México.- José Antonio Meade, candidato presidencial de la coalición Todos por México, fue arropado este domingo por el priismo más grande del país en la capital del Estado de México, en la entidad que seguramente le dará el mayor número de votos en la elección presidencial en un evento sin muchos gritos; sin el ánimo de otras campañas del tricolor.
El PRI recibe en su bastión a su abanderado presidencial en una plaza de los Mártires llena, con sillas y gradas como ya es costumbre en sus eventos; así como mantas y carteles de apoyo de los diferentes sectores de ese partido, de varios municipios, sobre todo de Toluca.
Mientras inicia el evento los animadores cantan, pierden voz, llaman a votar cinco de cinco, a echar porras y señalan su grito de guerra: “fuerza Meade”, mientras llenan de elogios al candidato presidencial. Piden gritar que todos quieren “un México chingón”.
Poco a poco llegan los ex gobernadores, Eruviel Ávila; Arturo Montiel; secretarios de Estado; el equipo de campaña del candidato, como Aurelio Nuño; otros políticos que en esta campaña llegaron al PRI como Armando Ríos Piter; candidatos, locales a alcaldías, como Fernando Zamora y Carolina Monroy, secretarios del gabinete.
Los reflectores los roba el gobernador mexiquense, Alfredo del Mazo con su esposa Fernanda Castillo y la esposa de Meade, Juana Cuevas, a quien la gente llama “primera dama”.
No es la ola roja de otros años, esta vez los, priistas no presumen sus logros, no se ve el ánimo festivo de hace un año en el cierre de campaña de Alfredo del Mazo. Hay poco verde, prácticamente nada turquesa; no se ve Nueva Alianza (NA).
Sin embargo, el líder nacional del PRI, René Juárez en el evento menciona a sus aliados, les agradece. Recuerda que van juntos en la elección federal, esos que el priismo mexiquense enfrentó con recursos para impugnar a sus planillas y generó críticas y reproches, sobre todo de NA.
Cuando el dirigente nacional menciona a Enrique Peña vienen los aplausos a un mayor nivel.
Meade toma la palabra y se nota orgulloso del “músculo mexiquense”, advierte que con la plaza llena en Toluca demuestran que tienen con qué: militancia activismo y fuerza y pide un llamado a la reflexión. Defiende al PRI al asegurar que tiene cara para pedir el voto.
Incluso, generaliza que quienes se reunieron en la plaza son gente honorable y con valores y fustiga a quienes han fallado, al sostener que quienes no pueden ver a los ojos a sus hijos no tienen cabida en el tricolor. Abajo, hay personajes cuestionados como Arturo Montiel.
Afuera de las vallas, los comerciantes de dulces, alimentos y bebidas que se colocaron alrededor de la plancha central hicieron su “agosto”. "Tenemos que aprovechar ahorita que hay chance de vender y que hay tanta gente que nos puede comprar, porque entre semana ya ve que no nos dejan vender libremente porque dicen que está prohibido el ambulantaje", explica una comerciante.
Una parte de las calles de Nicolás Bravo, Lerdo de Tejada desde Rivapalacio hasta Juárez, e Independencia fueron utilizadas como estacionamiento público, y excepto la primera, las otras fueron cerradas por alguna horas.
José Antonio Meade llama a la reflexión, a razonar el voto. No hace referencia a sus oponentes, ni a las encuestas, pero insiste en que ganarán, mientras los asistentes aplauden, sin la convicción de otros años, pero con la fidelidad que los caracteriza.
Aquí no hay personajes que se hayan ido a otros partidos, el priismo mexiquense sigue unido, va a la elección a tratar de sacar el mayor número de votos para su candidato y a rescatar el mayor número de espacios que pueda. Llegan a una de las elecciones más difíciles y lo saben: se nota en sus rostros, aunque no se animan a dar pronósticos.
El priismo irá a salvar lo que pueda.
