Los ejemplares de pelícanos americanos que cada año llegaban a la laguna del Bordo de San Jerónimo en San Pablo Autopan en el norte de la capital mexiquense, ya no emigraron tras dos años de recibir su llegada.
Dichas especies migran cada año desde el norte de Canadá y se albergan en la laguna del Bordo de San Jerónimo donde permanecían hasta el mes de febrero.
Los pelícanos usaban la laguna para alimentarse y protegerse del frío invernal y se podía ver a cientos nadando desde la carretera Toluca-Palmillas.
A principios del presente mes, cerca de 80 ejemplares de patos aparecieron muertos en dicha laguna, lo que alertó a vecinos y activistas.
De acuerdo con el diagnóstico hecho por la asociación Acción Juvenil por el Cambio del Pueblo, las posibles causas de muerte de los patos silvestres, se debió a la alta contaminación con desfogue de drenaje en la laguna.
Tras la aparición de las aves muertas, personal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad (SENASICA), levantó muestras en el lugar para llevarlas a laboratorio y saber cuáles fueron las causas reales de muerte de las aves.
Mediante un recorrido hecho este lunes se pudo observar que hay pocos patos y garzas en la laguna, pese a que el lugar ya era considerado como santuario.
Junto con el santuario de la laguna del Bordo en San Pablo Autopan, también se pudo observar el arribo de esta especie en el parque Sierra Morelos de Toluca y la presa Ignacio Ramírez de Almoloya de Juárez.
El Parque Estatal Sierra Morelos, administrado por la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (Cepanaf) de la Secretaría del Medio Ambiente estatal (SMA), registró en el mes de febrero de este año el arribo de aproximadamente 36 ejemplares de la especie de Pelícano Blanco Americano al bordo llamado “Los Patitos” y “Los Ángeles”.
Mientras que en la presa Ignacio Ramírez de Almoloya de Juárez los ejemplares comenzaron a verse en enero de este año.
Sin embargo, en dicha laguna se denunció la cacería de las especies por pescadores de la zona, lo que alertó a las autoridades ambientales de la entidad.
Pese a ello, los santuarios provisionales de los pelícanos no fueron vigilados, ni se asignó personal para orientar a los visitantes, según constató este diario en varias visitas hechas a las lagunas.
Fueron los propios ciudadanos y colectivos de jóvenes quienes se organizaron para cuidar a los ejemplares y coordinar campañas de limpieza para recolectar basura.
Se extingue la laguna
La laguna del Bordo de San Pablo en la temporada de calor de este año, se vio afectada en su nivel de agua, el cual ha reducido hasta en 40 por ciento.
Asimismo, el cuerpo de agua presenta nuevamente rastros de contaminación con desechos de plásticos como llantas y botellas.
La presa Ignacio Ramírez, que coincide con al menos cinco poblados, es el sitio de las actividades de la pesca tradicional de mojarra, carpa, e incluso ajolotes.
Asimismo, es hábitat de patos silvestres, garzas y ahora pelícanos americanos que han emigrado del norte del continente.
Pero la laguna presenta severos riesgos por la caza furtiva de las aves y la contaminación de sus aguas con el drenaje de los poblados.
Mediante un recorrido hecho por la laguna, se pudo observar que la caza de las aves se hace de forma constante para la alimentación de los pobladores. Se pudo localizar a las orillas rastros de casquillos de escopeta y plumas de aves que habitan en la presa.
Asimismo, se contaron varios riachuelos formados por los drenajes que bajan de las viviendas y que no están sometidas a ningún tipo de filtro.
