Familiares de pacientes e indigentes comparten las calles que rodean el Hospital General José Vicente Villada de Cuautitlán, pero los motivos son diferentes.
Mientras unos esperan información de sus familiares internados; las personas en situación de calle se niegan a abandonar las banquetas de este hospital porque para ellos no hay lugar más seguro para dormir y vivir.
Aprovechan que todas las noches voluntarios llegan a repartir comida que se otorga gratuitamente a las familias que están en espera de información de sus pacientes.
Han instalado casas de campaña a un lado del hospital del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) donde se bañan, conviven y hacen sus necesidades fisiológicas.
Josefa, quien se encuentra afuera del Hospital General desde hace dos meses en espera de la recuperación de su hija, señala que las casas de campaña no son de los familiares de los pacientes sino de indigentes que solo están ahí por la comida que gratuitamente entregan.
“Sus necesidades fisiológicas las hacen fuera del hospital de manera insalubre y se ha pedido en repetidas ocasiones que retiren a estas personas que también provocan inseguridad ya que se drogan”, asegura Samuel, quien también tiene un paciente internado.
Quejas de pacientes por mala atención
El Hospital General Vicente Villada tiene un sin número de señalamientos de pacientes por aparentemente brindar un servicio deficiente sobre todo en el área de Trabajo Social, médica y de enfermería.
“Si cualquier persona pregunta información, simplemente le contestan: yo no sé nada, espere afuera a que salga el médico”, asegura un usuario.
Además, familiares de los internos denuncian que el área de espera está casi vacía y muchos afuera esperando informes.
