/ jueves 31 de mayo de 2018

Juventud sin límites, el deporte para crecer

Jóvenes con alguna discapacidad encuentran en las actividades deportivas una oportunidad de integración social y competencia profesional.

Toluca, México.- José Martínez García tiene 16 años de edad. Sabe muy bien la misión que tiene en la vida: ser un astro del futbol, a quien la afición lo ovacione y los reflectores lo sigan.

El defensa y delantero toluqueño tiene Síndrome de Down, sin embargo, la adversidad la enfrenta en cada sesión de entrenamiento. Con voz firme, y en ocasiones pausada, para precisar la frase que quiere decir, asegura que no existen límites y se vislumbra en la cancha impulsado por el público.

“Vamos Pepe, tú puedes, échale ganas, hay que pelear por el triunfo, para eso nos preparamos en cada entrenamiento”, expresa, al visualizar su futuro.

Foto Daniel Camacho

 

José forma parte de un proyecto único en el país, el cual se desarrolla en la capital mexiquense y está enfocado en ayudar a niños, jóvenes y adultos para fortalecer sus capacidades y nivel deportivo.

Este proyecto se realiza a partir del Centro de Integración al Futbol y Rehabilitación para la Discapacidad (CIFARD).

Los jóvenes que participan presentan discapacidad intelectual, auditiva, motriz, autismo, Síndrome de Down, además hay quienes han sufrido alguna amputación. El proyecto se inició hace cuatro meses, no obstante, el trabajo con algunos de los deportistas ya suma varios años.

Es el caso de Axel Ernesto Guapo Molina, quien tiene 15 años de edad. Perdió su extremidad derecha cuando tenía ocho años en un accidente ocurrido en el centro laboral de su papá.

Debido a la amputación del brazo soy portero del equipo de Querétaro dentro de la Liga Mexicana de Futbol de Amputados (LMFA), la cual está avalada por la FIFA, nos ha ido bien porque ya estamos en la liguilla, pero el sueño es estar en selección nacional para participar en el Campeonato Mundial que se realizará en octubre en Guadalajara”, comenta.

Ahora también entrena en el CIFARD, donde no existen las limitaciones.

Foto Daniel Camacho

 

“Tenemos la misión de luchar por lo que queremos, todo es posible, las limitaciones las ponemos nosotros, no por lo que nos falte o el padecimiento que nos aqueje, las metas deben ser siempre altas, representar a tu país es lo que todo deportista sueña y lo voy a conseguir”, dice el originario de Zinacantepec.

María del Carmen Molina, madre de Axel, detalla que después del accidente su hijo nunca bajó la guardia y por el contrario se aplicó más en la escuela, no obstante, cuando llegó el deporte, su vida mejoró en muchos aspectos.

“Es una enorme satisfacción para toda la familia y lo mejor de todo es el avance que tiene, no sólo en lo deportivo, sino como persona; si bien su personalidad en realidad no cambió, ahora es más responsable, sabe lo que quiere gracias a un lugar como éste que ayuda a las personas con diferentes tipos de problemas físicos y mentales”, indica.

 

ENTRENAMIENTO

En el CIFARD también se tiene el objetivo de ser un semillero para reforzar las asociaciones estatales de deportistas sobre sillas de ruedas, ciegos y débiles visuales, especiales y con parálisis cerebral.

En el campo de futbol se escuchan las instrucciones del director y terapeuta del CIFARD, Obed Aguilar Solórzano.

“Hay buena comunicación con Óscar Valadez, presidente de la Asociación de Deportistas Especiales del Estado de México, y con la maestra Rosa Isela quien antes estaba en la Asociación de Parálisis Cerebral, donde he colocado varios jóvenes que espero logren sus metas”, dice el entrenador.

Para integrarse al proyecto, refiere, lo único que necesitan los aspirantes son ganas y a partir de ahí los terapeutas se encargarán de lo demás. Hay entusiasmo en el empastado.

“Tenemos muchos logros en poco tiempo, es una gran alegría ver a los niños que triunfan, pero esto es también gracias a los profesores que me ayudan: Diego Franco Esquivel, Liliana de Jesús Solís, Mayte Ocampo Rosas, Jesica Rivas e Isai Aguilar”, señala.

 

Alientan distintos deportes; captan talentos jóvenes

 

El CIFARD tiene como objetivo crear un equipo de futbol, sin embargo, también fomenta distintos deportes como el atletismo y basquetbol sobre ruedas

 

Entre las metas del Centro de Integración al Futbol y Rehabilitación para la Discapacidad (CIFARD) destaca el conformar un equipo que pueda competir en la Liga Mexicana de Futbol de Amputados (LMFA).

Dicho equipo podría retomar el nombre de Corsarios, conjunto que ya ha existido en el pasado, sin embargo, este centro de entrenamiento también es un captador de talentos en diferentes disciplinas deportivas como atletismo en pista y campo y basquetbol sobre sillas de ruedas.

“Con el CIFARD los papás que traen a sus hijos se dan cuenta que afortunadamente hay un espacio donde pueden desenvolverse como personas, el único requisito para integrarse es tener ganas de superarse y ayudarlos a alcanzar sus metas, es la misión de este proyecto”, afirma Obed Aguilar, director de este centro.

En este lugar también se puede encontrar a atletas como José Martínez, quien tiene Síndrome de Down, y a Esperanza Mendoza, quien usa sillas de ruedas; ellos han brillado en atletismo.

“Me ha ido muy bien, llevo dos años trabajando con el profesor Obed y afortunadamente los resultados se han dado, en la Paraolimpiada conseguí el oro en la distancia de 100 metros el año pasado y en la próxima edición quiero repetir en la cima del podio, en el futuro quiero destacar en unos Juegos Parapanamericanos”, indica Mendoza, atleta originaria de Toluca.

PROYECTO

“CIFARD es un proyecto único en México, por eso ha llamado la atención, aunque hay equipos de futbol con discapacidad, ninguno como éste, que es integral”, resalta Obed Aguilar.

También admite dificultades. El sector gubernamental y las empresas no los han volteado a ver como ellos quisieran.

“También sufrimos discriminación, pero esto no sólo se da en el deporte, sino en la sociedad en general para este tipo de personas, no obstante, es un hecho que cada día es menos, ya no los vemos como alguien que no puede, sino que es capaz de conseguir grandes logros y es inspiración para nosotros; son personas extraordinarias”, enfatiza.

Aguilar también trabajó con el equipo de futbol de amputados, llamado Corsarios, el cual afrontó su primera y única temporada en 2017 en la Liga Mexicana de Futbol de Amputados (LMFA). Actualmente se está reestructurando, pero la idea es retomar el proyecto y con un equipo de mayor nivel.

“El conjunto está en stand by debido a unos problemas estructurales, pero los muchachos siguen entrenando, quiero empezar a formar otro equipo de amputados, tal vez con el mismo nombre o con otro, por eso hago la invitación para que las personas se sumen”, informa.

Corsarios, que en la recta final tenía a 15 integrantes, logró buenos dividendos aunque no calificó a la liguilla del certamen, donde participaban un promedio de 12 equipos, entre ellos Tigres de la UANL, Guerreros Laguna, Guerreros Aztecas de la CDMX, Lobos de Jalisco, Panteras CDMX, Pumas Retro y Ciclones de Colima.

“No entramos en la fiesta grande por los inconvenientes, pero tenemos buen tiempo para formarlo nuevamente y jugar ante rivales de alto nivel como Guerreros y Panteras, Corsarios son un orgullo para el valle de Toluca y esperamos retomarlo”, afirma el entrenador.

“El propósito también es la integración, además de desarrollar sus habilidades pueden destacar como deportistas y sentirse competitivos, con esto les cambia la vida totalmente”, concluye.

 

Buscan revivir a Corsarios, ésta es su historia:

El equipo se formó en 2017

Participó en el torneo de la LMFA

Contaba con 15 jugadores

Era apoyado por asociaciones civiles e instancias gubernamentales

Actualmente vive un proceso de reestructuración

 

Toluca, México.- José Martínez García tiene 16 años de edad. Sabe muy bien la misión que tiene en la vida: ser un astro del futbol, a quien la afición lo ovacione y los reflectores lo sigan.

El defensa y delantero toluqueño tiene Síndrome de Down, sin embargo, la adversidad la enfrenta en cada sesión de entrenamiento. Con voz firme, y en ocasiones pausada, para precisar la frase que quiere decir, asegura que no existen límites y se vislumbra en la cancha impulsado por el público.

“Vamos Pepe, tú puedes, échale ganas, hay que pelear por el triunfo, para eso nos preparamos en cada entrenamiento”, expresa, al visualizar su futuro.

Foto Daniel Camacho

 

José forma parte de un proyecto único en el país, el cual se desarrolla en la capital mexiquense y está enfocado en ayudar a niños, jóvenes y adultos para fortalecer sus capacidades y nivel deportivo.

Este proyecto se realiza a partir del Centro de Integración al Futbol y Rehabilitación para la Discapacidad (CIFARD).

Los jóvenes que participan presentan discapacidad intelectual, auditiva, motriz, autismo, Síndrome de Down, además hay quienes han sufrido alguna amputación. El proyecto se inició hace cuatro meses, no obstante, el trabajo con algunos de los deportistas ya suma varios años.

Es el caso de Axel Ernesto Guapo Molina, quien tiene 15 años de edad. Perdió su extremidad derecha cuando tenía ocho años en un accidente ocurrido en el centro laboral de su papá.

Debido a la amputación del brazo soy portero del equipo de Querétaro dentro de la Liga Mexicana de Futbol de Amputados (LMFA), la cual está avalada por la FIFA, nos ha ido bien porque ya estamos en la liguilla, pero el sueño es estar en selección nacional para participar en el Campeonato Mundial que se realizará en octubre en Guadalajara”, comenta.

Ahora también entrena en el CIFARD, donde no existen las limitaciones.

Foto Daniel Camacho

 

“Tenemos la misión de luchar por lo que queremos, todo es posible, las limitaciones las ponemos nosotros, no por lo que nos falte o el padecimiento que nos aqueje, las metas deben ser siempre altas, representar a tu país es lo que todo deportista sueña y lo voy a conseguir”, dice el originario de Zinacantepec.

María del Carmen Molina, madre de Axel, detalla que después del accidente su hijo nunca bajó la guardia y por el contrario se aplicó más en la escuela, no obstante, cuando llegó el deporte, su vida mejoró en muchos aspectos.

“Es una enorme satisfacción para toda la familia y lo mejor de todo es el avance que tiene, no sólo en lo deportivo, sino como persona; si bien su personalidad en realidad no cambió, ahora es más responsable, sabe lo que quiere gracias a un lugar como éste que ayuda a las personas con diferentes tipos de problemas físicos y mentales”, indica.

 

ENTRENAMIENTO

En el CIFARD también se tiene el objetivo de ser un semillero para reforzar las asociaciones estatales de deportistas sobre sillas de ruedas, ciegos y débiles visuales, especiales y con parálisis cerebral.

En el campo de futbol se escuchan las instrucciones del director y terapeuta del CIFARD, Obed Aguilar Solórzano.

“Hay buena comunicación con Óscar Valadez, presidente de la Asociación de Deportistas Especiales del Estado de México, y con la maestra Rosa Isela quien antes estaba en la Asociación de Parálisis Cerebral, donde he colocado varios jóvenes que espero logren sus metas”, dice el entrenador.

Para integrarse al proyecto, refiere, lo único que necesitan los aspirantes son ganas y a partir de ahí los terapeutas se encargarán de lo demás. Hay entusiasmo en el empastado.

“Tenemos muchos logros en poco tiempo, es una gran alegría ver a los niños que triunfan, pero esto es también gracias a los profesores que me ayudan: Diego Franco Esquivel, Liliana de Jesús Solís, Mayte Ocampo Rosas, Jesica Rivas e Isai Aguilar”, señala.

 

Alientan distintos deportes; captan talentos jóvenes

 

El CIFARD tiene como objetivo crear un equipo de futbol, sin embargo, también fomenta distintos deportes como el atletismo y basquetbol sobre ruedas

 

Entre las metas del Centro de Integración al Futbol y Rehabilitación para la Discapacidad (CIFARD) destaca el conformar un equipo que pueda competir en la Liga Mexicana de Futbol de Amputados (LMFA).

Dicho equipo podría retomar el nombre de Corsarios, conjunto que ya ha existido en el pasado, sin embargo, este centro de entrenamiento también es un captador de talentos en diferentes disciplinas deportivas como atletismo en pista y campo y basquetbol sobre sillas de ruedas.

“Con el CIFARD los papás que traen a sus hijos se dan cuenta que afortunadamente hay un espacio donde pueden desenvolverse como personas, el único requisito para integrarse es tener ganas de superarse y ayudarlos a alcanzar sus metas, es la misión de este proyecto”, afirma Obed Aguilar, director de este centro.

En este lugar también se puede encontrar a atletas como José Martínez, quien tiene Síndrome de Down, y a Esperanza Mendoza, quien usa sillas de ruedas; ellos han brillado en atletismo.

“Me ha ido muy bien, llevo dos años trabajando con el profesor Obed y afortunadamente los resultados se han dado, en la Paraolimpiada conseguí el oro en la distancia de 100 metros el año pasado y en la próxima edición quiero repetir en la cima del podio, en el futuro quiero destacar en unos Juegos Parapanamericanos”, indica Mendoza, atleta originaria de Toluca.

PROYECTO

“CIFARD es un proyecto único en México, por eso ha llamado la atención, aunque hay equipos de futbol con discapacidad, ninguno como éste, que es integral”, resalta Obed Aguilar.

También admite dificultades. El sector gubernamental y las empresas no los han volteado a ver como ellos quisieran.

“También sufrimos discriminación, pero esto no sólo se da en el deporte, sino en la sociedad en general para este tipo de personas, no obstante, es un hecho que cada día es menos, ya no los vemos como alguien que no puede, sino que es capaz de conseguir grandes logros y es inspiración para nosotros; son personas extraordinarias”, enfatiza.

Aguilar también trabajó con el equipo de futbol de amputados, llamado Corsarios, el cual afrontó su primera y única temporada en 2017 en la Liga Mexicana de Futbol de Amputados (LMFA). Actualmente se está reestructurando, pero la idea es retomar el proyecto y con un equipo de mayor nivel.

“El conjunto está en stand by debido a unos problemas estructurales, pero los muchachos siguen entrenando, quiero empezar a formar otro equipo de amputados, tal vez con el mismo nombre o con otro, por eso hago la invitación para que las personas se sumen”, informa.

Corsarios, que en la recta final tenía a 15 integrantes, logró buenos dividendos aunque no calificó a la liguilla del certamen, donde participaban un promedio de 12 equipos, entre ellos Tigres de la UANL, Guerreros Laguna, Guerreros Aztecas de la CDMX, Lobos de Jalisco, Panteras CDMX, Pumas Retro y Ciclones de Colima.

“No entramos en la fiesta grande por los inconvenientes, pero tenemos buen tiempo para formarlo nuevamente y jugar ante rivales de alto nivel como Guerreros y Panteras, Corsarios son un orgullo para el valle de Toluca y esperamos retomarlo”, afirma el entrenador.

“El propósito también es la integración, además de desarrollar sus habilidades pueden destacar como deportistas y sentirse competitivos, con esto les cambia la vida totalmente”, concluye.

 

Buscan revivir a Corsarios, ésta es su historia:

El equipo se formó en 2017

Participó en el torneo de la LMFA

Contaba con 15 jugadores

Era apoyado por asociaciones civiles e instancias gubernamentales

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