Lupita es abuela de 6 nietos, cuida a tres de ellos desde recién nacidos; su hija Karla fue diagnosticada con insuficiencia renal crónica a los 34 años.
El sentimiento que despierta la maternidad no es comparable con ningún otro tipo de emoción. Una mujer puede lograr mérito profesional, conquistar todas las metas que se necesitan para sentirse realizada, pero la mayor realización llega el día en que se convierten en madres.
Por una parte, el Día de las Madres todos regalan y le expresan a mami lo que sienten. ¿Las abuelas dónde quedan? ¿Alguna vez nos hemos preguntado qué se siente ser abuela?
Cuando se es abuela se pasa a ser madre por segunda vez, esos seres tan consentidores y especiales para nosotros.
“No tiene comparación es algo indescriptible, no sé ni qué decirte, cuando nació mi primera hija fue estupendo, pero cuando llegó mi nieta Fernanda fue otra sensación”, dice Lupita quien hoy es ama de casa, madre de 2 hijos y abuela en 6 ocasiones.
Guadalupe tiene 68 años, viven en Tlalnepantla con toda la familia y recuerda que de muy chica se quedaba sola porque su mamá, salía a trabajar.
“Desde que nacieron mis nietas, Fernanda hoy de 20 años, Dafne 16 y Jimena de 12, me hice cargo de ellas en la escuela, tareas, la comida y también atender a Karla, llevarla a hemodiálisis y mantenerla en buen estado médico”, recuerda Lupita.
Anita, su mamá de 96 años, la apoyaba con la comida y algunas veces acompañaba a Lupita a la escuela, por las niñas y al mercado diariamente.
Hoy todas, junto con el abuelo Carlos, colaboran en la casa; "me siento un poco más relajada y disfruto de mis nietas", dice.
El diagnostico médico de Karla me causó gran impacto, pues no sabía qué hacer, como atenderla. Decidí tomar cursos de superación personal para aceptar su enfermedad, pero no del todo; teníamos que estar en el hospital con ella, acompañándola en todo el proceso, mientras las niñas se quedaban en casa con Anita.”
Ahora que ya han crecido, trato de disfrutar mis días, pero en ocasiones me siento cansada y he tomado la decisión de pensar en mí”, reconoció Guadalupe.
Dice que antes de la pandemia asistía a sus ejercicios aeróbicos los lunes, miércoles y viernes de 9 a 10 de la mañana para relajarse y sentirse mejor.
“Agradezco a Dios la grandeza que tiene conmigo para encontrar los caminos y fortaleza diarios; además porque me acompaña mi familia”. Así como Lupita hay abuelas que tienen la fortuna de ser madres por segunda vez.
El 30% de los abuelos y abuelas que cuidan de sus nietos afirman que la decisión de hacerlo es de sus hijos, según un estudio elaborado por el Instituto Nacional de Protección a los Adultos Mayores (INAPAM)
De esta población el 5% son hombres, y la franja de edad que participó en la encuesta oscila entre los 60 y los 69 años.
La socióloga del INAPAM, Leticia Díaz explicó que los motivos por los cuales este fenómeno se ha acentuado, ha sido la transformación del modelo de familia y la crisis económica de las familias en los últimos años. Mientras el 59% de las respuestas de los encuestados restantes expresan que el motivo principal es porque lo hacen para ayudar a sus hijos.
