Ricardo Sodi Cuéllar, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México hizo un llamado al sector empresarial para no discriminar ni segregar a las personas que buscan trabajo después de cumplir con una sentencia por un delito cometido, pues ya cubrieron su deuda social.
Reconoció que existen personas que han recuperado su libertad de manera anticipada por haberse sumado a programas como el de los brazaletes electrónicos, que han reincidido en la comisión de delitos, pero descartó que el programa de reinserción social en los centros penitenciarios tenga que ser replanteado sino que debe revisarse para mejorar la reeducación de los egresados.
Llamó a tomar en cuenta que contar con un trabajo va a brindar la posibilidad de una verdadera reinserción social, la cual -dijo- sólo se va a lograr a través de la capacitación y del trabajo.
Recordó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitió recientemente un criterio muy novedoso en el que establece que los antecedentes penales de na persona que ya cumplió su condena n deben ser obstáculo para que asuma alguna posición o algún trabajo, lo cual consideró un tema muy importante que no discrimina y no segrega a las personas que cometieron alguna falta y cumplieron con su deber social.,
Lo importante, agregó Sodi Cuéllar, es generar oportunidades no sólo a los justiciables o a las personas privadas de su libertad para que se reinserten socialmente, sino también generar un fondo para que a las víctimas se les paguen sus daños.
Respecto a quienes una vez cumplida su condena vuelven a cometer delitos, se pronunció por realizar un estudio de la etiología de las causas, pero comentó que cuando una persona tiene un proyecto de vida, aunque haya compurgado una pena, se reinserta socialmente a través del trabajo y si no lo tiene las opciones para reincidir con muy altas.
Finalmente, aseveró que los programas y políticas deben estar sujetas a una permanente revisión, no se trata de replantear el programa de reinserción social, se trata de cuestionarnos por qué no han funcionado bien esas políticas o valorar las que sí han funcionado, para preservar lo bueno y replanear lo que no se haya hecho adecuadamente.