Pese a que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que en el primer trimestre de este año hubo una disminución en algunos delitos de alto impacto con respecto al mismo periodo del año anterior, tales como el homicidio y el secuestro, su mensaje carece de credibilidad debido a que siempre dice tener otros datos, aseguró la académica de la UAEM, Cristina Eugenia Pablo Dorantes.
Durante su primer informe trimestral, el titular del Ejecutivo Federal mencionó que el homicidio doloso y el secuestro disminuyeron un 0.3% y 25.8% o respectivamente, durante el primer trimestre de este año, además de que el robo de vehículo y el robo en general también presentaron una tendencia a la baja del 11.1 y 6.6 por ciento en el mismo periodo.
Sin embargo, de ser ciertas esas cifras, no tienen que ver con una correcta prevención del delito sino más bien con el aislamiento por la contingencia por el COVID-19, aseguró la académica en entrevista telefónica con El Sol de Toluca.
“El que hayan reducido (los índices delictivos), no por una política pública lamentablemente, no se está atendiendo ni la prevención ni la cuestión delictiva, hay problemas de riesgo cuando las víctimas van a denunciar y la cifra negra pudiera ser que es la que ha aumentado por la falta de denuncias”, externó la entrevistada.
Durante su intervención, el presidente AMLO aseguró que en México la tortura fue erradicada, que existe plena atención a las víctimas de violencia y que el estado mexicano ha dejado de ser el principal violador de derechos humanos.
Al respecto, Cristina Eugenia Pablo Dorantes aseguró que “para nada ha disminuido (la tortura en México), y a partir de que la Comisión de Derechos Humanos tuvo cambio de administración, ni siquiera se ha pronunciado, no se ha escuchado a las víctimas y el mismo presidente no ha escuchado a las propias víctimas de violencia”.
Luego de la controversia surgida tras darse a conocer que el presidente López obrador saludó de mano a la mamá de Joaquín Guzmán Loera, la académica manifestó que ese tipo de acciones restan credibilidad al mandatario federal, concluyó.
“Hay muchas madres también víctimas de delito, no madres de delincuentes, sino víctimas de delitos, que se ha negado a recibir. Ahí pierde credibilidad totalmente como político y en sus estrategias de política”.
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