La violencia es un proceso que se ha naturalizado o “normalizado” en los hombres. Ante ello, para los varones que ejercen este tipo de conductas es normal que las relaciones que tienen se lleven a cabo de esa forma, encontrando para ello diferentes justificaciones para que las conductas que realizan no se perciban “tan graves”.
De acuerdo con Isai González Cuadros, psicólogo del Centro de Desarrollo de Masculinidades Positivas de la Secretaría de la Mujer, los hombres no deben llegar al límite de la violencia para recibir ayuda, porque estadísticamente las mujeres se deprimen dos veces más que los varones, pero éstos se suicidan cinco veces más que ellas.
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“Es importante que los hombres que ejercen violencia, reconozcan que tienen un problema, porque asumir este tipo de conductas no es normal. De hecho, aquí hablamos de un proceso de construcción, como reformular y retirar piezas para saber realmente cómo estamos construidos”, aseveró.
El especialista dijo que socialmente se reconocen las violencias más explícitas: El golpe, el insulto, el empujón y el escupitajo; sin embargo, es importante darse cuenta que existen otros tipo de agresiones que pueden resultar más preocupantes, como la psicológica.
“Los hombres creemos que solamente ejercemos violencia cuando estamos enojados; motivo por el cual muchas veces se piensa que acudimos a recibir ayuda por problemas de carácter, sin darnos cuenta que cuando no estamos en dicha condición también la ejercemos, porque estamos hablando de cualquier intento de controlar a la otra persona”, externó.
Pidió tomar en consideración que el proceso de cambio es largo, porque se debe trabajar en uno mismo de manera continua; de tal forma que al concluir la etapa de sesiones en el Centro de Desarrollo de Masculinidades las personas continúen evitando el tema de la violencia.
Por lo anterior, el especialista recomendó identificar las prácticas de violencia, planteándose cambios y manteniéndolos.
Consideró que su proceso de ayuda es psicoeducativo, lo cual quiere decir que trabajan sobre la historia de vida de las personas, construcción social, pero también en relación a la teoría sobre qué es la violencia, cuáles son sus tipificaciones, por qué es un delito y sus causas.
Desde su perspectiva, son los hombres jóvenes y adultos, quienes tienen mayores facilidades para cambiar, porque en el primer caso se están formando y, en el segundo están madurando.
En este caso, comentó, se puede hablar de importantes procesos: Darnos cuenta de que se tiene el problema de ejercer violencia,consolidar los cambios y trabajar permanente en evitar estas prácticas o conductas misóginas.
